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La mediana empresa española repunta exponencialmente y alcanza niveles prepandemia

Miércoles 21 de julio de 2021
El optimismo mejora notablemente respecto al de finales de 2020: la proporción de directivos que confían en una buena evolución de la economía sube 31 puntos, hasta el 60,3%. id:74289

Las empresas medianas españolas dan por superada la pandemia y mejoran tanto sus perspectivas de crecimiento como su percepción de las barreras para hacer negocios. Esa mejoría sitúa la salud del mid-market español no solo en cifras pre-COVID, sino por encima de las medias europea y mundial.

Esta es una de las conclusiones del último Pulso de la Mediana Empresa Española de Grant Thornton, que mide la salud de las compañías medianas de nuestro país, de entre 50 y 500 empleados, comparándolas con las de Europa y las del resto del mundo a partir de una metodología desarrollada por Oxford Economics. La firma de servicios profesionales analiza cada seis meses las perspectivas y barreras para el crecimiento percibidas por más de 10.000 ejecutivos de 29 países, 400 de ellos en España.

Por primera vez desde la primera mitad de 2018, la salud de la mediana empresa española se sitúa en cifras positivas, pasando de los -11,8 puntos de finales de 2020 a 1,3 (de un baremo que va -50 a 50). Se trata de una subida exponencial, motivada por la percepción de que existen menos barreras para hacer negocios pero, sobre todo, por unas sólidas previsiones de crecimiento. En contraste, la salud del mid-market europeo y global se sitúa en 0 puntos: por debajo del indicador español por primera vez desde 2017.

Para Carlos González Luis, socio de Consultoría del Sector Público y portavoz económico de Grant Thornton, “la primera mitad del año ha estado marcada en España por el rápido avance de la campaña de vacunación y por la aprobación en Bruselas del Plan español de Recuperación y Resiliencia, que destinará hasta 140.000 millones de euros a nuestro país. Estos dos hitos explican las buenas perspectivas de las empresas medianas, que confían clara y predominantemente en una rápida recuperación de la economía tras la pandemia”.

Las perspectivas de crecimiento de los empresarios consultados crecen 29 puntos respecto a finales de 2020 y se sitúan en 48, impulsadas sobre todo por un mayor optimismo, pero también por la mejoría en la expectativa de mejorar sus ingresos y beneficios y por una mayor disposición inversora. Esas perspectivas son ligeramente mejores que las de los empresarios europeos (47,5) pero se sitúan por debajo de la media mundial (56,7).

Por lo que respecta a las barreras al crecimiento, también mejoran y pasan de -52,7 a -45,3 puntos, en contraste con su empeoramiento a nivel europeo y mundial. Los directivos españoles, sin embargo, aumentan su preocupación por los costes energéticos y por la escasez de personal cualificado, pero en cambio perciben una menor incertidumbre y creen que ha mejorado el acceso a financiación.

Perspectivas: se dispara el optimismo, la coyuntura y la inversión

El nivel de optimismo sobre la evolución de la economía es la dimensión del Pulso de Grant Thornton que más ha crecido en España. En comparación a hace un año, el porcentaje de empresarios optimistas prácticamente se ha triplicado, pasando del 24% al 60% y registrando el mayor crecimiento semestral de la serie histórica. Este nivel es similar al registrado para Europa, con un 63% de directivos optimistas, pero inferior a la media global, que se sitúa en el 69%.

Para Ramón Galcerán, presidente de Grant Thornton “si bien es muy positivo que entre las empresas de nuestro país predomine de nuevo el optimismo, el fuerte rebote de este indicador también tiene que ver con que España fue uno de los países más impactados en el arranque de la pandemia. La dependencia de nuestra economía de sectores como el turismo, lo estricto que resultó nuestro confinamiento o un soporte estatal menor al de otros países hizo que el optimismo cayera en picado, y que este dato hoy se recupere a mayor velocidad que en otros mercados”.

Las perspectivas de crecimiento también han aumentado gracias a la coyuntura: el índice que refleja la evolución que esperan los empresarios de sus resultados, de los precios y de sus exportaciones, que crece 15,7 puntos respecto al segundo semestre de 2020, hasta los 47 puntos. En los próximos 12 meses, uno de cada tres empresarios en España espera un aumento de los precios de venta: el doble que hace un año (16%).

También crece notablemente el porcentaje de empresarios que espera un aumento de sus ingresos. En concreto, un 55% confía en mejorar sus ventas: un dato que casi duplica al de hace un año (28%) y una subida respecto al semestre anterior mayor a la registrada en Europa y a nivel mundial.

La previsión de los empresarios españoles de aumentar sus beneficios (46%) se ha doblado respecto a hace un año (23%). Es decir, casi la mitad de las compañías medianas en España cree que va a ser más rentable en los próximos 12 meses. Este dato también es mayor que el europeo (42%) pero inferior al mundial, en que un 56% de los encuestados por Grant Thornton prevé mejorar su rentabilidad.

Otro crecimiento exponencial respecto al anterior Pulso es el de la confianza de nuestros directivos a traspasar fronteras y entrar en nuevos mercados. Un 45% espera aumentar sus exportaciones en los próximos 12 meses: 12 puntos más que a finales de 2020 y el mejor dato de la serie histórica de Grant Thornton, que se remonta a 2011.

Un 35% de los empresarios prevén además aumentar el número de países a los que exportan. Al preguntarles en qué país de aquellos en los que ya tienen actividad exterior prevén crecer más, sitúan en primer lugar a Alemania (21%), seguido de Francia (11%), Estados Unidos (9%), y, ya en una menor dimensión, Italia, China, Andorra y Portugal. Por el lado inverso, los países que actualmente venden sus productos y servicios en España y que prevén aumentar más su actividad exportadora en nuestro mercado son Francia y México.

El presidente de Grant Thornton España, Ramón Galcerán, asegura que “la previsión del aumento de las exportaciones en el próximo año es un buen indicador de que las empresas medianas de nuestro país han dado por superada la pandemia, y que, además, consideran la salida al exterior como una palanca fundamental en esa recuperación: algo que ya ocurrió en anteriores crisis y que fue muy beneficioso para nuestra economía”.

Aumento de la inversión de las empresas

El mid-market español aumenta también sus planes de inversión de forma considerable (en concreto, en 11 puntos, hasta alcanzar los 37), recupera los niveles previos a la pandemia y muestra una mayor disposición inversora que el europeo y el mundial, en que ese dato aumenta solo en 8,6 y 8,5 puntos. Predominan las inversiones destinadas a la productividad: por ejemplo, un 53% de los empresarios españoles prevé invertir más en tecnología en los próximos 12 meses, seis puntos por encima al resto de Europa (47%). Otro repunte notable se produce en la previsión de inversión en habilidades, que crece 14 puntos hasta el 43%, y en I+D, que, con un crecimiento de 12 puntos, se sitúa en un 39%.

La previsión de inversión en activos tangibles, como edificios de nueva construcción o plantas y maquinaria, aumenta más tímidamente (+3%) y es donde prevén invertir más que el año pasado un 24% y un 40% de los encuestados, respectivamente. Crece también la apuesta por la inversión en personal después de la pandemia. 4 de cada 10 empresarios prevén emplear a más trabajadores, y 2 de cada 10 planean subir salarios.

Los empresarios españoles, en resumen, prevén que aumenten las inversiones en todas las tipologías contempladas en el Pulso de Grant Thornton, y especialmente en tecnología y plantilla, “dos áreas esenciales para seguir adelante con la digitalización de nuestro tejido productivo y que ponen al mid-market a la cabeza de la reducción el desempleo”, según el portavoz de Grant Thornton, Carlos González Luis.

Barreras: descienden los obstáculos al crecimiento, gracias a la mejora de condiciones en la demanda y del nivel de incertidumbre

Los empresarios españoles muestran una menor preocupación por las barreras de crecimiento en el primer semestre de 2021. Este índice presenta su mayor ascenso desde el año 2016, contrasta con su caída a nivel europeo (-2,4) y mundial (-2,9) y hace que hoy los empresarios españoles consideren que enfrentan menos obstáculos para su expansión que hace seis meses. En concreto, el indicador ha pasado de -52,7 puntos a finales de 2020 y -45,3 tras la primera mitad de 2021.

Los factores que explican este descenso de la preocupación del mid-market español por las barreras a su crecimiento han sido la mejora del nivel de incertidumbre en 10 puntos, hasta el -56,8, y, sobre todo, la sensación de que hoy enfrentan menos trabas en el lado de la demanda (+16,2, hasta anotar un -42,2). En Europa y en el resto del mundo ocurre lo contrario, y los empresarios se muestran mucho más preocupados por la escasez de pedidos.

La variable que más inquieta a los empresarios de nuestro país y la única que registra descensos de todo el Pulso de Grant Thornton es la de las limitaciones en el lado de la oferta. Una dimensión que, pese a haber disminuido ligeramente (-0,9 hasta el -39,1), es mejor a la de Europa y el resto del mundo, en que ha sufrido caídas de -5,6 y -6,9 puntos, respectivamente.

De los aspectos que conforman estas limitaciones de oferta, los únicos que registran una evolución positiva respecto al anterior Pulso son la mejora en la situación del transporte y la logística (+5 puntos) y en el acceso a financiación (+6).

La burocracia, los costes energéticos y laborales y la disponibilidad de personal cualificado, los mayores frenos a la expansión

Aunque prácticamente se ha mantenido igual que el semestre anterior, la burocracia e impuestos siguen siendo la mayor barrera al crecimiento para los empresarios españoles, en un contexto en que, como consecuencia del COVID-19, se han desplegado normativas para combatir los efectos de la pandemia que no siempre han beneficiado a la actividad empresarial.

Por otro lado, la preocupación por los costes energéticos es la que más crece respecto a 2020: en concreto, en 11 puntos y hasta situarse en el -49: un dato similar en todo caso al que obtiene Europa (-43) y resto del mundo (-53), pero alineado con el debate público de los últimos meses en torno al encarecimiento del precio de la luz.

Por último, el acceso a personal cualificado es el segundo obstáculo al crecimiento que más se ha agravado en el último semestre. Concretamente en 10 puntos, hasta ubicarse en -42, y una cifra que cae también en Europa y a nivel global.

“Los empresarios perciben preocupados que cuesta incorporar talento adecuado a sus organizaciones, principalmente por dos razones. Por un lado, la rápida reactivación de actividades que han estado mucho tiempo paradas, como por ejemplo el turismo. Esto hace que haya muchas vacantes y que cueste cubrirlas en ocasiones. Pero, por otro lado, hay una cuestión de fondo: un gap entre las habilidades que necesitan las empresas en un contexto de rápida e imparable digitalización y las que ofrece el mercado”, explica Carlos González Luis.

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