Entre los destinos preferidos por los españoles están, principalmente, las zonas costeras (58,8% de los encuestados) pero también ganan peso otros como los municipios rurales (20,5%) o las ciudades del interior (15,3%). Madrid es la segunda ciudad de España, tras Barcelona, que más huéspedes recibe a través de plataformas como Airbnb o Booking y la quinta de Europa, puesto que registró 8,3 millones de noches reservadas por sus visitantes en 2019.
Madrid Aloja, como kilómetro cero del alquiler vacacional urbano con casi una de cada cuatro viviendas de uso turístico en Madrid, resalta el atractivo de este tipo de viviendas. En ellas, el huésped se siente como en su propia casa, sin estar sujeto a la limitación de horarios, con un mayor espacio y sin la necesidad de compartir zonas comunes para realizar ciertas actividades.
Los datos del CIS refrendan el estudio realizado recientemente por Europ Assistance que en su Barómetro del Alquiler Vacacional sitúa este tipo de alojamientos como la primera opción de alojamiento gracias, entre otros motivos, a su comodidad, tranquilidad y privacidad. Además, aseguraban que el 84% de los españoles tenía intención de viajar en los próximos 18 meses.
Las buenas perspectivas para el alquiler vacacional se pueden ver ratificadas, en el caso de Madrid, por la normativa que ultima el Ayuntamiento y que deberá terminar con la incertidumbre jurídica que rodea al sector. Desde Madrid Aloja han presentado al consistorio madrileño una batería de medidas que garantice la convivencia con los vecinos y haga sostenible el crecimiento de este tipo de viviendas. Entre ellas destacan limitar a cuatro de cada diez el número de nuevas viviendas de alquiler vacacional en edificios o un censo con un sistema de plazas limitadas -de acuerdo a criterios objetivos- pero dinámico.