Considera, además, que “estamos asistiendo a un cambio significativo entre los inversores, y el yuan se percibe ahora más como una divisa principal que como una emergente”.
“Estamos viendo una progresiva internacionalización del yuan, que sigue representando una parte cada vez mayor del comercio mundial y de los activos de reserva de divisas, utilizándose cada vez más el CNY para la facturación y los pagos. Estos últimos siguen constituyendo un volumen mucho menor que el peso de China en el comercio mundial, lo que indica que hay margen para el crecimiento y una mayor demanda de la moneda”, indica Ebury.
El yuan chino (CNY) ha sido una de las divisas que mejor ha resistido en los mercados emergentes desde que estallara la pandemia en el primer trimestre de 2020. En 2020 se produjo una fuerte apreciación del yuan, de más de un 6% frente al dólar estadounidense, cotizando actualmente en el nivel de 6,5.