“A pesar de que la temporada de verano no es una época en la que suela producirse una mayor caída del cabello, el hecho de no cuidar el cuero cabelludo durante este periodo sí puede dar lugar a una mayor caída en los meses posteriores. Por ello, se deben tomar medidas preventivas para evitar la rotura del mismo”, indica el Dr. Domínguez, experto en medicina capilar de la clínica MC360.
Una de las causas de alteración estructural en el tallo del pelo es la exposición solar. En este caso, la radiación ultravioleta del sol induce la degradación de la queratina y otras proteínas del cabello, produciendo cambios morfológicos en el mismo; lo que puede llevar a que el pelo se vuelva más débil, quebradizo, áspero y pierda a su vez rigidez. Al mismo tiempo, esta radiación induce cambios bioquímicos en la coloración al degradar el pigmento del cabello, aunque la melanina lo protege de estas radiaciones, por lo que éstas son más perjudiciales para los pelos teñidos.
“Además del daño que las radiaciones ultravioletas del sol pueden provocarnos en el cabello, las quemaduras solares pueden dar lugar a una pérdida definitiva del mismo por lesiones cicatriciales. El daño inducido por estas radiaciones solares puede llegar a ser tan grave como la foto carcinogénesis”, explica el Dr. Domínguez.
Por otro lado, el agua del mar y la arena que se pueden acumular en el cuero cabelludo, o la sudoración excesiva que experimentamos durante los meses de verano, tienden a resecar el cabello y el cuero cabelludo, pudiendo debilitar su color natural. Asimismo, el cloro y los ácidos de las piscinas no sólo pueden dañar la coloración, sino también la calidad y fuerza del cabello.
Entre los consejos principales para evitar la caída del cabello en verano, los especialistas de la clínica de la clínica de medicina capilar destacan: