Pese al levantamiento a nivel nacional de la obligatoriedad en el uso de mascarillas en espacios abiertos siempre que se pueda mantener la distancia de seguridad, OEsp, que ya cuenta con 18 empresas asociadas, defiende la necesidad de mantener la producción de material sanitario, en especial de mascarillas, para poder garantizar el acceso a la población a este tipo de productos y que, además, cuenten con las homologaciones de seguridad necesarias.
Además, tal y como afirma el Colegio de Farmacéuticos de Madrid, la venta de mascarillas solo ha caído un 9%, lo que refleja que estos productos siguen presentes en el día a día de la sociedad, así como de los profesionales sanitarios.
Francisco Sánchez, presidente de OEsp, apunta que “bajar la guardia en este momento podría poner en riesgo la garantía que tenemos actualmente de poder ofrecer, desde este tejido empresarial, material de protección de primera calidad a la población y a nuestros sanitarios”.
En esta línea, si se volviese a depender del exterior, en concreto de lugares como el continente asiático, estaríamos amenazando a la propia seguridad de la sociedad, pues los productos importados con este origen no siempre cuentan con las homologaciones y certificaciones necesarias.
“Conseguir mantener este sector productivo sirve para asegurar el abastecimiento a nivel nacional y, así, conseguir que no se repitan situaciones como las vividas al comienzo de la pandemia en la que nuestros sanitarios tenían que protegerse con bolsas de plástico”, recuerda Sánchez.
Una industria produce más de 160 millones de mascarillas al mes
Las empresas agrupadas bajo la asociación mantienen una producción mensual de más de 160 millones de mascarillas, todas ellas en línea con la normativa europea tanto para la elaboración como la distribución, lo que garantiza el abastecimiento a nivel nacional, sin necesidad de recurrir a importaciones que no sean seguras.