El Embalse de Entrepeñas es tu sitio, además de tener unas vistas preciosas, empezó a construirse en 1936 y debido a la Guerra Civil tuvo que paralizarse. Si te gusta el wakeboard, esquí acuático o el wakesurf, aquí podrás retar a tus amigos para ver quién se cae primero. A una horita de Madrid, este planazo incluye una embarcación top y te proporcionan el material necesario. Solo te falta elegir qué te apetece más y disfrutar con tu gente de un día inmejorable.
Si te gusta esquiar, pero no es temporada y no has probado esta modalidad, te animamos intentarlo y mojarte mucho si hace falta, que con este calor poco importa. En embalse de Valmayor, podrás encontrar tu clase ideal o si lo prefieres practicarlo libremente. El Club De Esquí Náutico cuenta con unas instalaciones para obtener el máximo rendimiento en la práctica del deporte. Además, si al final no te convence tienen zonas de césped donde relajarse y tomar el sol, nada más y nada menos.
El pantano de San Juan ya es un icono entre los madrileños. Que levante la mano quien no ha oído hablar de él, además es una apuesta segura ya que es un lugar en el que se pueden hacer multitud de actividades acuáticas, entre ellas el windsurf. Para principiantes y no tan principiantes este es el sitio de aquellos a los que les atraen los deportes en el agua, ¿te animas?
Eres de esos que se lo pasan mejor en compañía y si es en un kayak, mejor que mejor. En el embalse del Atazar hacen unas rutas de alucinar y es que el paraje es espectacular. Una ruta que va desde este embalse hasta la presa de El Villar. Sin duda es imprescindible que traigas una cámara a prueba de agua contigo porque no pararás de hacer fotos y remar, hacer fotos y remar…
A 45 minutos de Madrid, en la presa de los Ángeles de San Rafael puedes disfrutar de este deporte sin la necesidad de desplazarte a la costa. El lugar, cuenta con un divertido circuito de boyas, usado para entrenar por los mejores corredores de los circuitos de competición nacionales e internacionales.
Ahora sí que sí, no te puedes quejar de estar en Madrid con estos planazos dignos de cualquier destino de las costas españolas, solo queda darlo todo en la recta final del verano.