El juego ya genera problemas en las relaciones de pareja por la absorción que produce. Durante las vacaciones puede ser una forma de no desconexión que cree problemas entre jóvenes y adultos.
15 días después del lanzamiento de la APP videojuego Pokemon Go, ya se puede analizar los efectos psicológicos y sociales del mismo. De este modo, Coaching Club, advierte del riesgo de desconexión social que puede producir y que ya afectan tanto a jóvenes como adultos.
Según Verónica Rodríguez Orellana, Directora y terapeuta de
Coaching Club, “Los padres comprenden cada vez menos y se alejan cada vez más de los hijos cuando, pongamos por caso , un venerable anciano o un individuo de una edad madura topa en medio de la calle con un adolescente o un treintañero ensimismado que lo arrolla, la vista abducida en el smartphone, en la búsqueda frenética de un pikachu”.
Desde Coaching Club se hace un análisis del videojuego que está en todas partes: “Los denominados entrenadores buscan capturar pokémons hasta completar una colección a la vez que, una vez atrapados, los adiestran para que ganen batallas frente a otras criaturas. El paralelismo con un tipo de vida similar a una jungla en la que existen cazadores y cazados no puede resultar más evidente”.
Según Coaching Club, el fenómeno Pokemonn Go está creando miles de casos Peter Pan. Adultos que no quieren crecer o que vuelven a su infancia ensimismados por el juego y abstraídos en el Smartphone. “Resulta habitual que detrás de un treintañero con ínfulas y rasgos psicológicos propios de Peter Pan se localice una mujer pragmática, con los pies adheridos a la tierra, madura y con instinto maternal que otorga libertad al inconsciente Peter y se vuelca en las actividades que este deja desatendidas: la casa, los niños, el ahorro”, explica Verónica Rodríguez Orellana.
Los defensores del juego tratan de explicar que son muchas las ventajas sociales que comporta el tener que salir del sofá de casa para conectarse en la calle con otros "cazadores", aunque la prosaica realidad consiste en que la persona no se evade del aislamiento, sino que se sumerge en uno más edulcorado pero igual de intenso y dramático, observando y transitando un reducido universo a través de la pantalla de su móvil.
“Se puede, en consecuencia y en el mejor de los casos, hablar de un aislamiento compartido y de que los únicos beneficiarios de toda esta tesitura serán, al final, los creativos hacedores de tan exitosa aplicación, de tan absorbente producto”, explica la directora de Coaching Club. En este punto incide la experta Rodríguez Orellana que analiza con detenimiento hacia dónde nos dirigimos como sociedad y “de qué manera la tecnología más rudimentaria está modificando el vínculo y el contacto humano por un mundo ilusorio donde prima el individualismo y la autosuficiencia”.
Desde Coaching Club se advierte que lo que este juego refuerza es el patrón aislacionista de muchos individuos consistente en evitar toda situación en la que puedan sentirse criticados o censurados, volviéndose herméticos y reacios a relacionarse con personas fuera de su más estricto núcleo familiar y uno o dos amigos cercanos que seleccionan cuidadosamente asegurándose la garantía de que no serán nunca rechazados.
El hecho de que cada vez establezcamos más barreras y precauciones para dificultar el encuentro espontáneo e improvisado, que tales parapetos se concreten en la forma de una pantalla tras la cual ejercemos la labor de seleccionar, tamizar, escoger lo que pensamos que nos conviene, supone un acicate adicional y una guía para las empresas punteras en informática de consumo que nos propondrán que citarse con pokemon resulta preferible a que nuestra autoconfianza sufra cualquier riesgo innecesario.