La pandemia mundial por la crisis del COVID-19 ha tenido un impacto desigual en los mercados y determinados sectores se han visto muy favorecidos por los cambios en los hábitos de consumo y la aceleración en la adopción de los avances en tecnología. Las restricciones al ocio puertas afuera y el confinamiento (que motivó la imposición masiva del teletrabajo) impulsaron radicalmente el negocio de las empresas de productos tecnológicos: en 2020 se vivió un auge sin precedentes en la renovación de equipos como ordenadores, tablets o accesorios para el juego.
Una tendencia que han registrado los grandes de la industria mundial, y que ha tenido su reflejo en España, donde sólo la venta de ordenadores subió un 27% el pasado año. Hay que remontarse a 2010 para acceder a datos de crecimiento comparables, y aquellos se quedaron en el 13,7%.
Primux, el fabricante español de equipamiento informático y tecnología ‘honesta’ ha surfeado esta ola en la misma línea que el sector, consiguiendo en 2020 un aumento de la facturación del 20%, como muestran sus cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil.
Con este crecimiento se sitúa también como el líder español en el sector de fabricación de dispositivos informáticos con sistema operativo Windows.