Motor

Opel Crossland 1.2T 130 CV AT6

El monovolumen-SUV más pequeño de Opel se “rejuvenece”

Mariano García Viana | Jueves 02 de septiembre de 2021
Adopta el nuevo frontal de la marca, ya visto en el nuevo Mokka y ofrece un aspecto renovado, juvenil y moderno, que le hace más atractivo al público en general. id:75473

Aunque le hemos “bautizado” como un monovolumen, los aditamentos protectores de los bajos de los paragolpes, las puertas y los pasos de rueda en color plástico gris oscuro casi negro, así como la propia concepción de la carrocería alta y compacta, le hacen parecerse a un SUV, aunque en realidad no lo sea. Pero en fin, en cualquier caso el nuevo Crossland ahora es más atractivo que el que se lanzó al mercado hace cuatro años y la mayor “culpa” de ese cambio se debe sobre todo a la adopción del denominado nuevo estilo Opel Vizor, que sobre todo afecta a la parrilla que ahora en negro brillante, prescinde de cualquier tipo de rejilla y se simplifica con una superficie lisa, justo del mismo ancho de los modernos faros full led, que integran la luz de día en forma de ángulo, y que esta presidida por el logotipo del rayo de la marca de generoso tamaño. La entrada de aire inferior está enmarcada por una banda de gris aluminio y escoltada por dos entradas de aire para los frenos, de fondo negro y enmarcadas en cromado brillante, que incorporan los faros antiniebla.

Lateralmente se conserva prácticamente igual la carrocería con respecto al modelo original, pero hay un detalle que le da más empaque y es que la versión probada era bicolor y al color principal que era en rojo casi granate, se le unía un techo y unos montantes de color negro que integraban también el alerón sobre la luneta y una banda del mismo color que, bajo la luneta, unía los grupos ópticos traseros. Una línea cromada brillante separa ambos colores por encima de las puertas y por debajo del montante trasero en una línea curva característica de varios modelos de la marca. Para terminar esta visión exterior, digamos que la trasera, también incorpora la banda gris aluminio de la parte delantera, pero esta vez en función de difusor de aire. Los mencionados grupos ópticos son de tecnología led con la firma lumínica en forma de ala de Opel. En resumidas cuentas, el aspecto exterior del Crossland ha ganado bastantes enteros y es mucho más atractivo.

El interior del coche esta muy bien conseguido y se aprovecha al máximo su habitabilidad y su “lado” monovolumen. Por todos lados encontramos útiles huecos para dejar objetos, además de las bolsas de las puertas, existen otros entre los asientos delanteros, delante de la palanca de cambios y una guantera de buena capacidad, iluminada y ventilada. El salpicadero tiene un diseño bastante rectilíneo y resulta atractivo. El cuadro con la instrumentación analógica, es fácil de interpretar y en él se reflejan las informaciones más útiles y habituales. Es de destacar que se cuenta también con el Heat-up Display, la lámina de plástico que se levanta tras el cuadro frente al conductor y ofrece datos de la velocidad a la que circulamos, el funcionamiento del asistente de conducción y los gráficos de la navegación. En el centro del salpicadero se sitúa la pantalla táctil multifunción IntelliLink de 8 pulgadas, que es compatible con Android Auto Google y CarPlay de Apple. Además, tiene conexión inalámbrica a internet mediante una red wifi y por supuesto el sistema OnStar de Opel que permite conectar con un centro de asistencia de la marca para realizar consultas rutinarias o de emergencia.

Los materiales con los que está cubierto todo el habitáculo, si bien no tienen un aspecto muy lujoso, están bien ajustados entre sí y no transmiten vibraciones. Únicamente la parte superior del salpicadero está fabricada con plástico blando; el resto es duro, aunque de buena apariencia. La postura al volante está bien conseguida porque se parece a la que se tiene en un turismo, con el volante poco tendido y los pedales bien situados. Los asientos resultan cómodos y como tienen múltiples reglajes, incluido un alargamiento a la altura de los muslos, no es difícil encontrar la postura ideal ante el agradable volante. El nuevo Crossland esta francamente bien equipado y son muchos los sistemas de ayuda a la conducción con los que se puede contar, además de los más o menos ya habituales de confort. Uno de los sistemas de asistencia al conductor disponibles, que está destinado a hacer más segura la conducción en áreas metropolitanas, es la Alerta de Colisión Frontal con Detección de Peatones y Frenada Automática de Emergencia. El sistema monitoriza la situación del tráfico por delante del vehículo con la cámara frontal y es capaz de detectar coches en movimiento y estacionados, así como peatones (adultos y niños). Esta alerta no sólo hace sonar una alarma y muestra una advertencia visual, sino que también frena automáticamente si la distancia al vehículo precedente o a un peatón disminuye rápidamente y el conductor no reacciona. Opel Crossland X (2017).

Además, la Alerta de Colisión Frontal siempre se combina con un sistema especial de Aviso al Conductor por Somnolencia. Controla el tiempo de conducción y la velocidad del vehículo (por encima de 65 km/h) y es capaz de alertar al conductor en caso de que la forma de conducir sugiera somnolencia. El primero de los tres niveles de aviso tiene lugar después de dos horas conduciendo a velocidades superiores a 65 km/h. Este mensaje emergente y la alerta sonora se repiten cada hora si no se apaga el motor durante una pausa. Se producirá un aviso de nivel 2 con un mensaje en el panel de información al conductor y una alerta sonora si el sistema detecta un comportamiento peligroso al conducir, mientras que habrá un aviso de nivel 3 con un mensaje diferente en el cuadro de instrumentos del conductor y una alerta sonora más fuerte después de tres advertencias de nivel 2. El sistema se reinicia al conducir a velocidades inferiores a 65 km/h durante 15 minutos consecutivos. Además del detector de vehículos en el ángulo muerto, aviso de cambio involuntario de carril, etc,, el Crossland nuevo dispone de Cámara Panorámica de visión trasera que aumenta el ángulo de visión por detrás del coche a 180 grados, de modo que el conductor puede, por ejemplo, ver a otros usuarios de la carretera acercándose desde cualquier lado al avanzar marcha atrás. Mientras tanto, la última generación de Asistente Avanzado de Aparcamiento facilita aún más el estacionamiento. Identifica los sitios de aparcamiento adecuados y aparca el vehículo automáticamente. También puede salir de forma automática del lugar en el que se ha estacionado. En ambos casos, el conductor sólo ha de manejar los pedales. Y durante los meses de invierno, la calefacción en el volante y el parabrisas aumentan la comodidad y la seguridad.

Los asientos delanteros resultan cómodos y aunque sujetan bien el cuerpo, quizás pequen de tener la banqueta un tanto corta. El trasero por espacio admite mejor a dos personas, aunque una tercera bien podría viajar sin excesiva incomodidad. Todo el asiento se puede desplazar hacia delante o hacia atrás 15 cm., según las necesidades, con lo que el maletero puede tener 520 litros o 420 y si se abaten los respaldos de ese asiento el espacio disponible llega los 1.255 litros.

Con todos los sistemas de seguridad, de confort y de ayuda a la conducción con los que esta equipado el nuevo Crossland, algunos de los cuales hemos mencionado, es fácil intuir que conducirle es de lo más sencillo, tanto en carretera como en ciudad, donde por su tamaño contenido se encuentra como pez en el agua. En esta ocasión hemos contado con el moderno motor de gasolina de 3 cilindros, con un cubicaje de 1.199 c.c., capaz de tener un rendimiento de 131 CV a 5.500 r.p.m. y un par de 230 Nm a 1.750 r.p.m. Una mecánica que francamente nos ha gustado mucho, pues es silenciosa a cualquier régimen, no emite el típico sonido de los motores de tres cilindros, como no sea al ralentí que se deja oir un poco, tiene una contundente respuesta a los requerimientos del acelerador y además muestra un consumo que en su medida media no supera los 5 litros. El motor, todo de aluminio, monta turbo, intercooler, dos árboles de levas en culata e inyección directa. Como decimos su funcionamiento es de lo más gratificante y a ello contribuye la excelente caja de cambios automática de 6 relaciones muy bien escalonadas, por lo que permite ganar velocidad rápidamente según se van introduciendo las velocidades y recuperarse con la misma prontitud. La velocidad máxima se cifra en los 198 km/h y la aceleración de 0 a 100 en los 10,2 segundos.

Por su parte la suspensión, con McPherson delante con su barra estabilizadora y rueda tirada detrás, sujeta al coche con firmeza, tanto que a veces en terrenos un tanto bacheados resulte un poco brusca. La dirección se muestra precisa y los frenos no plantean el más mínimo problema, aunque se utilicen con profusión. Una interesante novedad Otra de las novedades del Crossland es la de disponer en algunas de sus versiones, como es el caso, del control de tracción Intelligrip, que sirve para optimizar la capacidad de avance sobre distintos terrenos: Normal, Nieve, Barro, Arena y ESP Off. Puede ser una opción adecuada para aquellos que vayan a utilizar el Crossland en su faceta de SUV y vayan a circular fuera de la carretera con cierta frecuencia.

En definitiva, un monovolumen-crossover confortable y amplio, a la vez que conserva unas dimensiones contenidas que le hacen muy manejable y práctico.