Esta festividad nace en Rusia hace 12 años, a petición de un programador -Valentin Balt- y busca dotar de un mayor reconocimiento a la profesión, que representa una de las principales oportunidades laborales por la gran demanda de talento en el sector, las buenas condiciones y un salario normalmente por encima de la media.
En España, la cifra de programadores sobrepasa los 300.000 y la oferta supera a la demanda, que según datos del portal de empleo Infojobs se ha duplicado en este último año. Ya antes del inicio del verano ascendía a más de 6.000 vacantes, con un promedio de salario bruto superior a los 32.000 euros (variable según la experiencia), frente a la media de salario en España, que ronda los 25.000 euros.
¿Por qué esta proliferación de la programación en el ámbito laboral? Según Doofinder, compañía de software especializada en soluciones de búsqueda inteligente para eCommerce, presente en 54 países y con más de 5.000 clientes, el motivo principal es que la programación está detrás de gran parte de las actividades de nuestro día a día (app de nuestro móvil, webs, dispositivos electrónicos, compras online, videojuegos y una lista interminable).
Como en todos los sectores, dentro de la programación existen divisiones y especialidades que requieren de habilidades y conocimientos concretos. Es por ejemplos el caso de la Inteligencia Artificial, una tecnología emergente con multitud de aplicaciones, que la convierte en indispensable. Por este motivo, los expertos de Doofinder destacan las principales características que debe tener un programador para desarrollar su trabajo vinculado con la Inteligencia Artificial; un ámbito que lidera el presente y futuro de la profesión de programador.
Uno de los lenguajes más antiguos en este campo es Lisp, que trabaja con listas para mostrar la información. Otro lenguaje habitual es PROLOG, que aúna programación y lógica, apto para crear sistemas de conocimiento. Y entre los más punteros, Elixir, el lenguaje de programación detrás de WhatsApp, por ejemplo, con un código que se ejecuta en procesos separados y eleva la productividad de los equipos.
Igualmente, los programadores en el ámbito de la IA deben tener buenas dotes de empatía, ya que se trata de una cualidad inminentemente humana de la comunicación interpersonal, muy necesaria para contextualizar situaciones de interacción e incluirlas en los algoritmos.
La creatividad es también fundamental para estos programadores, porque cada día se enfrentan a un problema nuevo y, en muchas ocasiones, tendrán que inventar una nueva solución. La IA es un terreno relativamente joven y la amplitud de áreas en las que se está aplicando crece cada día.
Estos cinco factores determinan notablemente a un buen programador en el área de la IA, aunque no cumplir con algunos de estos criterios no significa no poder dedicarse al desarrollo, ya que se trata de habilidades que se pueden adquirir con esfuerzo y experiencia profesional.
Para Leandro Pascual, CTO de Doofinder, “la IA hace mucho que dejó de ser una ventaja competitiva para convertirse en un requisito y factor fundamental de nuestro día a día. Al igual que tantas otras innovaciones (teléfonos móviles, conectividad en casa y en la calle...), ya no se trata de un plus, es una necesidad imperativa”.
En esta línea, Leandro Pascual matiza: “Hoy por hoy la IA necesita de un equipo humano que haga revisiones, actualizaciones o reprogramaciones, y cuanto mejor es el equipo de desarrollo, mejor será la IA que construyan. En Doofinder, somos bien conscientes de que es nuestro equipo quien desarrolla nuestra tecnología y trabaja de forma constante en mejorarla. Es emocionante ver cómo un equipo humano usa la tecnología para ponerla al servicio de los clientes, de las personas, para mejorar su experiencia en el día a día”.