Pero esta devaluación del euro se trata, como en todos los casos en que una moneda se devalúa, un carácter multifactorial imposible de ignorar. Gran parte de la desconfianza en la eurozona recae en las elecciones alemanas, la situación con respecto a la pandemia en algunas zonas de Europa, como Francia, Austria y Bulgaria que recientemente han tomado medidas duras.
La situación sanitaria, política y social actual que vive el mundo es uno de los factores más importantes con respecto a la competencia de las divisas en el mercado internacional que, como en todos los mercados, se basa en un sistema de competencia que se determina por la ley de oferta y demanda.
A pesar de que los Estados Unidos, por ejemplo, ha realizado multimillonarios rescates, incrementando la liquidez monetaria y, en teoría, debilitando al propio dólar en un principio, la vuelta a la normalidad, la recuperación del empleo y las condiciones actuales han favorecido al a moneda norteamericana además de la rápida tasa de vacunación que el país ha logrado alcanzar.
Todos estos factores, además de las condiciones geopolíticas mundiales, han logrado que Estados Unidos recupere el valor de su moneda nacional y que esta sea capaz de adelantar al euro en el mercado internacional. Cabe recordar que, hasta hace bastante poco, era el dólar el que se depreciaba, en especial durante las elecciones, cuando la gran incertidumbre propia de un proceso electoral y cambio de gobierno se compaginaban con el drástico incremento de las cifras de infectados por Covid-19 en ese país.
La Universidad de Michigan, que emite el denominado índice de confianza del consumidor anunció recientemente que dicho indicador subió 71 puntos durante la primera mitad de septiembre de 2021 desde los 70,3 que marcaba en agosto. A la par, en Europa, el índice de inflación subía un 3% interanual en agosto, el máximo alza del que se tiene registro desde hace casi 10 años.
Ante esto, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos dijo que se espera que la inflación en la Eurozona continúe subiendo al menos hasta noviembre, para luego descender hasta el 1,7%. Estas proyecciones son dadas desde un punto de vista optimista, debido a que muchas de las circunstancias que condujeron a este incremento están empezando a revertirse a medida que muchas de las industrias que se habían paralizado el año pasado comienzan a reactivarse.