Sabiendo esto, es importante comentar que una agencia de detectives puede ofrecer un gran número de servicios, tanto para empresas como para particulares. Lo único que hay que hacer al respecto es contactar con la agencia elegida y contar qué es lo que se necesita.
Una vez hecho esto, la agencia debe asignar un profesional para la tarea, siempre que este tenga la certificación correspondiente para desarrollar la actividad, puesto que en muchas ocasiones, lo que se investiga puede incluso ser pieza clave en los tribunales.
Como bien es sabido, los detectives privados tienen una función principal, que no es otra que realizar todo tipo de investigaciones para un cliente. En este sentido, es frecuente que las empresas contraten este servicio, con el fin de conseguir información relevante acerca de un hecho o conducta que haya tenido un tercero.
En relación con las investigaciones para empresas, estas suelen ser principalmente de índole económica, si bien, también es frecuente para temas laborales. Algunos de los temas más tratados son insolvencias, absentismo, competencia desleal, investigaciones prelaborales, o problemas con la propiedad intelectual o industrial.
Las empresas no son las únicas que pueden contratar los servicios de un detective privado, puesto que estos profesionales también se ponen a disposición de particulares. Se trata de otra de las áreas en las que estos expertos desarrollan su actividad, ya que se suelen contratar a menudo para realizar todo tipo de averiguaciones en relación con infidelidades, custodias o separaciones.
También es habitual en este ámbito que se investiguen ciertas conductas sospechosas, al igual que con las adicciones.
En la actualidad, es bastante común que tanto empresas como particulares tengan contratadas ciertas pólizas o seguros, con coberturas específicas según las necesidades que se quieran cubrir. También aquí los detectives privados suelen cobrar protagonismo, debido a que en muchas situaciones son contratados para verificar ciertos aspectos. Entre otras cosas, un investigador privado ayudará a corroborar un siniestro, comprobar secuelas o fraudes, o incluso, a realizar seguimientos exhaustivos a los lesionados.
Aunque las nuevas tecnologías son consideradas herramientas muy efectivas para llevar a cabo un gran número de actividades, lo cierto es que también pueden llegar a ser un portal de problemas. En este sentido, se suelen contratar los servicios de detectives privados en todo lo que tiene que ver con la ciberseguridad y la informática forense, realizando tareas como analizar las evidencias digitales o incluso verificar conversaciones en el móvil.
Además de todo lo mencionado, hay que decir que los detectives privados ofrecen otros muchos servicios en diversas áreas. De esta forma, es frecuente su contratación para que sirvan como soporte jurídico, al igual que hacen lo propio en litigios.
De igual modo, este tipo de profesionales también pueden trabajar dentro de la ley de arrendamientos urbanos, como perito judicial en accidentes de tráfico y hasta como ‘mystery shopper’, además de otras investigaciones técnicas.
A todo ello se suma que los detectives privados tienen la capacidad de poder llevar a cabo vigilancia y seguridad no uniformada, lo que se traduce en tener mayor tranquilidad para no ser descubiertos cuando realizan tareas de investigación a terceros.