Alvor.
(Foto: Vitor Silva).
Viernes 01 de octubre de 2021
Una pasarela de madera de cinco kilómetros que ofrece vistas privilegiadas sobre la Ría de Alvor y el Atlántico es solo una buena excusa para visitar este rincón del sur de Portugal. Si buscas autenticidad, naturaleza en estado puro, planes divertidos y buena gastronomía hazle un hueco a este encantador pueblo pesquero en tu guía de viaje por el Algarve. id:76356
Para quienes echan de menos perderse lejos de la rutina, en lugares y rincones con un encanto especial, existe en Portimão una villa donde el pasado marinero sigue siendo presente, un auténtico pueblo pesquero que reúne todas las cosas que apetecen del sur de Portugal: naturaleza, patrimonio, rica gastronomía, autenticidad y muchos planes al aire libre.
Alvor es uno de esos lugares que merece estar señalado de forma destacada en todas las guías de viaje por el Algarve. En este entorno natural no faltan las dunas, las salinas, el agua transparente que bien parece una inmensa piscina y unas vistas privilegiadas al mar, por un lado, y a la ría, por otro.
Se trata de un auténtico pueblo pesquero donde habitan pintorescas casas blancas y calles adoquinadas. Aquí espera al viajero una amplia oferta de restaurantes entre el puerto y el casco viejo en los que abundan los asadores de pescado, las tabernas y los gastrobares; las playas de arena fina bajo un sol radiante y los pescadores con sus pequeñas embarcaciones de variados colores amarradas en el puerto, una estampa que no cambia a pesar del paso del tiempo.
'Al Sabor de la Marea'
Este encantador pueblo ofrece un paseo a lo largo de un cordón dunar que se puede recorrer en bicicleta o a pie. Denominado ‘Al Sabor de la Marea’, suma cinco kilómetros en un sendero circular que discurre entre una pasarela de madera y caminos de tierra. Además, la ruta es llana, por lo que es apta para toda la familia, incluso con niños pequeños o personas de movilidad reducida.
Esta pasarela ofrece todo un espectáculo natural a los pies del mar. Conduce a la Ribeira de Odiáxere, que separa con sus aguas Alvor de Lagos, y discurre paralela a la increíble playa de Alvor con su ecosistema dunar y su amplio arenal de tres kilometros bañado por aguas cristalinas. La pasarela también une la Ría de Alvor con la Playa dos Três Irmãos, otra opción excelente para pasar un día de playa en familia o con amigos y terminar la jornada en algún restaurante del lugar para disfrutar lo mejor de la gastronomía algarvía.
Zona protegida con alto valor ecológico
Para los amantes de la naturaleza, este sendero y sus alrededores son parada obligatoria en su ruta por el Algarve. No en vano, la Ría de Alvor es el estuario más importante del barlovento algarvio, cuenta con cerca de 1.700 hectáreas y una gran diversidad de paisajes que incluyen extensos cordones dunares, marismas, campos agrícolas, huertos de secano y matorrales mediterráneos.
Aquí se da la cría de peces, larvas de crustáceos y moluscos, además del cultivo de bivalvos, y se mantiene viva la pesca artesanal, utilizando artes como la almadraba, el cerco y las cestas para el pulpo.
Un espacio para la observación de aves
En esta ría es habitual ver aves como el flamento rosado, el ostero o el petirrojo. El espectáculo para los amantes del ‘birdwatching’ está garantizado cuando baja la marea: mientras los mariscadores recogen berberecho y almeja, se pegan un banquete las garzas, limícolas, correlimos, agujas colinegras y otras aves acuáticas con los organismos que encuentran. También son habituales en estos parajes la cigüeñuela y el frailecillo, que aposentan sus nidos en las dunas.
La riqueza de la ría incluye, además, numerosas especies de polillas (más de 500), 75 de mariposas y más de 100 peces, que conviven con una vegetación que fija y estabilia las arenas: la grama marina, la oruga de mar, la vistosa azucena de mar y el barrón.
Un mar de planes
Como complemento para este tesoro natural, Alvor ofrece una diversidad de planes para todo tipo de visitantes. En la zona riberinha se encuentran diversas empresas de turismo activo que ofrecen paseos en barco o kayak, tours en 4x4, observación de delfines, excursiones para practicar la pesca, alquiler de bicicletas e incluso experiencias en paracaídas.
Los domingos, además, son día de mercadillo. Aquí se reúnen productores locales que traen lo mejor de sus huertas, ofreciendo los tesoros de esta tierra. Un buen día para completar el paseo por Alvor visitando su Iglesia Matriz, considerada el máximo exponente de la arquitectura manuelina en el Algarve, o la Iglesia da Misericórdia, con increíbles vidrieras y un púlpito lleno de detalle.
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