En los modernos motores de combustión interna, la recirculación de los gases de escape (EGR) es un método para controlar las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), que se producen como subproducto durante el proceso de combustión. El aire del ambiente, en su mayoría una combinación de oxígeno y nitrógeno, se combina con el combustible y se enciende dentro de la cámara de combustión, las temperaturas aumentan y producen las emisiones de NOx.
En los últimos años, el cambio climático ha sido una gran preocupación en todo el mundo civilizado. Las emisiones de escape del transporte por carretera y de los vehículos privados en las grandes ciudades contribuyeron a más del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la Unión Europea en 2017. La válvula egr funciona devolviendo una pequeña parte de los gases de escape a las cámaras de combustión del motor a través del colector de admisión, reduciendo las temperaturas de combustión y, por tanto, la cantidad de NOx emitidos. La válvula EGR es el componente principal del sistema EGR y normalmente está cerrada. Conecta el colector de escape con el colector de admisión y se controla por medio de un vacío o de un motor eléctrico de paso incorporado. La función de la válvula EGR es controlar el flujo de los gases de escape que se recirculan dependiendo de la demanda del motor.
Óxido de nitrógeno (NOx)
Los óxidos de nitrógeno son emisiones producidas como subproducto del proceso de combustión, los gases de nitrógeno y oxígeno en el aire reaccionan durante la combustión, especialmente a altas temperaturas. Los NOx son uno de los principales componentes de la niebla tóxica y pueden tener efectos perjudiciales para la salud humana, así como para los ecosistemas y los cultivos agrícolas.
Problemas con la válvula EGR
Sale humo negro del tubo de escape del coche. Un problema frecuente de la válvula EGR es que se atasca debido a la acumulación de depósitos de carbono. En el peor de los casos, la válvula EGR y los conductos de la EGR pueden quedar completamente bloqueados, impidiendo el proceso de recirculación de los gases de escape. Las EGR obstruidas suelen ser la causa de la salida de humo negro por el tubo de escape, además de un mayor consumo de combustible o una reducción del rendimiento. Si la válvula EGR no se abre o se cierra, el testigo de advertencia del motor se encenderá en el salpicadero.
El fuerte olor a combustible que se percibe desde el interior del vehículo también es una señal de que la válvula EGR está fallando, ya que se emitirán más hidrocarburos por el escape debido al aumento del consumo de combustible.
Llegados a este punto, antes de que nos multen, de que no podamos pasar la ITV y de que sigamos ensuciando el planeta, ha llegado la hora de buscar los recambios de coche adecuados para el nuestro. Si sabemos proceder a la sustitución de la válvula, disponemos de las herramientas adecuadas y tenemos un lugar donde trabajar, la tarea estará terminada en dos o tres horas. Si no queremos mancharnos las manos, compraremos el repuesto nosotros mismos, pagando un precio justo, y lo llevaremos a un taller mecánico de confianza.
Una válvula EGR es definitivamente una adición positiva a los vehículos en términos de reducción de las emisiones nocivas de NOx, a pesar de sus costosos gastos de reparación.