Para las empresas transportistas, este dilema se agiganta con creces. Al contar con una generosa flota de coches tipo sedán o furgonetas (o ambos), los cuales realizan viajes prácticamente a diario, la cantidad de combustible utilizado es muy alta; lo que no solo afecta al presupuesto, sino que resulta bastante complicado informar sobre los gastos de decenas de vehículos, es decir, los asuntos de operatividad.
En este escenario, los transportistas buscan una herramienta que no solo les ayude a ahorrar una cantidad significativa a la hora de acudir a las gasolineras, sino también para llevar un mejor registro sobre cuánto combustible se compra y cuánto dinero se gasta.
La herramienta que permite acceder a ambas soluciones son las tarjetas de combustible. Estas tarjetas de pago son administradas tanto por las cadenas de gasolina como por empresas especializadas, y su funcionamiento es similar al de las tarjetas de crédito.
Con una tarjeta de combustible se puede pagar fácilmente por el gasoil o la gasolina, recibiendo descuentos y promociones que ayudan a ahorrar un poco más en combustible, a cambio de fidelidad. Asimismo, permiten tener un registro claro y concreto del gasto utilizado, para que los empleados no tengan que realizar los informes manualmente.
Aparte del gasto económico significativo para las empresas y un enorme papeleo para llevar el registro manualmente, el consumo de combustible sin control genera un gran daño para el medio ambiente.
Una buena tarjeta de gasoil profesional proporciona un sistema robusto y seguro para llevar el seguimiento del uso de carburante en la empresa, permitiendo controlar los gastos del negocio de una manera más inteligente. Asimismo, tener registro del uso de combustible ayuda enormemente a planificar el presupuesto, así como conocer el uso de litros por kilómetro para detectar ineficiencias y optimizar el gasto de la gasolina para cuidar del medio ambiente.
Las tarjetas de combustible también son de gran utilidad para reforzar la seguridad en la flota. Y es que estas suelen contar con un PIN de seguridad para asegurar que solo el conductor indicado pueda hacer uso de la tarjeta, además de poder asignarse a una sola matrícula. Gracias a esto, se podrá tener la certeza para cuando exista actividad sospechosa con el fin de actuar cuanto antes.
Asimismo, muchas empresas que ofrecen tarjetas de combustible también permiten pagar gastos relacionados con el mantenimiento del vehículo, como el lubricante o los aceites. De esta forma, se pueden añadir estos gastos al registro que se lleva con la tarjeta.
Sin embargo, lo más llamativo para las empresas transportistas es el ahorro que significa usar las tarjetas. Estas ofrecen un descuento por litro repostado, el cual ayuda enormemente a reducir los gastos en el negocio, permitiendo mantener las flotas por mucho más tiempo.
Además, es bastante común que se ofrezcan bonos y ofertas a los titulares de las tarjetas como premio por su fidelidad como clientes. De esta manera es posible ahorrar todavía más dinero en combustible, ayudando a usar los recursos en otros gastos que son también necesarios.
Todas estas ventajas suponen un ahorro de tiempo y dinero, tanto para el conductor como para la empresa. De esta manera se puede obtener un mayor control de las flotas, a la vez que se optimiza el gasto al transportar mercancías.