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Cómo levantarse temprano: nuestros 10 mejores consejos

María Moreira | Lunes 04 de octubre de 2021
¿Sabías que a las personas que se levantan muy temprano se las suele llamar “alondras”? Estos madrugadores representan alrededor de la cuarta parte de la población y tienen la particularidad de que segregan melatonina en cuanto se oculta la luz solar: por eso tienden a acostarse pronto y no les cuesta levantarse temprano cada mañana. En el extremo opuesto y en un porcentaje similar están los llamados “búhos”, es decir, las personas que se activan por la tarde y por la noche, y que se ven obligados a aprender cada día cómo levantarse temprano. Y entre ambos se encuentran los “colibrís”, aquellos que se pueden adaptar sin grandes esfuerzos a madrugar o a trasnochar. id:76465

Si perteneces a éste último grupo o, sobre todo, si eres un “búho”, levantarte con el amanecer te puede resultar una tarea sumamente ingrata, especialmente si tu trabajo u obligaciones no te dan otra opción. Pero no todo está perdido. Para saber cómo levantarse temprano y poder mantener la actividad a lo largo del día también existen algunos trucos: solo hay que ser un poco constante y actuar con disciplina. Estos son nuestros 10 mejores consejos:
  • Mantén unos buenos hábitos y prácticas rutinarias cada noche. Es aconsejable que cada día dediques algo de tiempo a dejar ordenada tu casa y a preparar la ropa para que al despertarte por la mañana te cueste menos esfuerzo afrontar el día, en lugar de levantarte con la sensación de que tienes que realizar varias tareas antes de empezar a funcionar.
  • Destierra las preocupaciones y piensa en positivo. Evita que tu descanso se convierta en el momento para pensar en tus preocupaciones. Para eso debes elegir la cama que mejor se adapte a tus necesidades y convertirla en un templo del descanso. En http://www.hypnia.es/ encontrarás una selección de colchones y camas que te ayudarán a dormir mejor. Aunque resulte complicado, es necesario que te acostumbres a desconectar del trabajo y a aparcar los posibles disgustos que hayas tenido para poder afrontar la noche con la mente en positivo. Cuando te acuestes, la lectura de un libro es una solución fantástica para mantener la mente despejada y para estimular el sueño.
  • Procura mantener los mismos horarios de sueño. Una de las premisas básicas de un buen descanso pasa por establecer unos horarios de sueño regulares, tal y como explica La Sociedad Española del Sueño. El ser humano es un animal de costumbres y el cuerpo puede adaptarse a una rutina de horarios de sueño determinada. Si te acuestas cada día a la misma hora y eres capaz de descansar entre 7 y 8 horas diarias, al día siguiente apenas te costará levantarte y podrás aprovechar el día con dinamismo y energía.
  • Incentiva tu despertar matinal. Piensa en los incentivos que te pueden ayudar a despegarte de las sábanas por la mañana y empezar el día: solo es necesario encontrar los más efectivos y dosificarlos para intentar conseguir que cada día sea especial. En algunos casos ese incentivo puede estar en incluir un capricho en el desayuno; otros, en realizar una actividad física o en escuchar un programa de radio concreto… Todo ello te permitirá afrontar el día con más ganas, y hasta es posible que te ayude a considerar la jornada como una oportunidad en lugar de una obligación.
  • Levántate con decisión. Cuando te despiertes, saca fuerzas de la flaqueza y acostúmbrate a levantarte con decisión. Evita remolonear en la cama y, si puedes, mantén tu despertador alejado de ella: de esa forma te obligarás a levantarte y no tendrás la tentación de quedarte en la cama “cinco minutitos más”.
  • Mantén alejados los dispositivos electrónicos. Este consejo está presente en todas las recomendaciones que hacen los expertos en descanso, entre ellos la Revista Española de Neurología. Los móviles y tablets no solo te afectan desde un punto de vista emocional sino también físico porque la luz que emiten dificulta la conciliación del sueño. Por eso se recomienda no utilizar estos dispositivos al menos dos horas antes de acostarse, y dejarlos fuera de la habitación para evitar la tentación de encenderlos en cuanto tengas oportunidad.
  • Considera cada mañana como una oportunidad. Levantarse temprano te permite aprovechar las horas diurnas, relacionarte con los demás, disfrutar de la vida comercial y, en definitiva, sacar chispas a la vida. Es una oportunidad que muchas otras personas, las que se ven obligadas a trabajar por las noches, no pueden disfrutar. Piensa en positivo y aprovéchalo.
  • Repasa los beneficios para tu salud. Una de las razones por las que muchas personas no hacen ejercicio durante el día es la falta de tiempo, y ese déficit de actividad se puede traducir en muchas ocasiones en sedentarismo y sobrepeso. Al levantarte temprano dispones de más tiempo para invertir en ti mismo y evitar factores asociados al sedentarismo, como la obesidad, y para mejorar tus hábitos alimenticios, que muchas veces se ven afectados por horarios irregulares.
  • Usa la cama solo para dormir y para tus relaciones de pareja. Hay personas que utilizan su dormitorio para trabajar, ver la televisión, etc.; sin embargo, si reservas esta habitación para dormir podrás centrarte cada noche en tu descanso.
  • Empieza a definirte como una “alondra”. Cuando ya hayas comenzado a actuar como una “alondra”, asume tu nueva condición y empieza a definirte como una persona madrugadora. La aprovecharás más.
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