Mientras que factores como la durabilidad de la batería y la accesibilidad a los puntos de carga se han clarificado de manera significativa a lo largo de los últimos años, todavía hay conceptos que se deben tener en cuenta a la hora comprar estos vehículos que poco a poco se han ido exponiendo. En el caso de la seguridad, en el blog de Hyundai Canarias nos dan mas información para que tengamos la absoluta certeza de que el vehículo eléctrico que estamos a punto de adquirir va a velar por nuestra integridad en la carretera; habiendo de conocer cuáles son sus puntos fuertes en términos de seguridad.
Entre las dudas más comunes, cabe hacer mención al efecto del clima sobre el coche eléctrico. Muchos piensan que la temperatura del exterior o la humedad pueden dañar la batería del vehículo, afectando a su rendimiento o su autonomía. No obstante, tal y como nos detallan en el blog anterior, esto no puede quedar más alejado de la realidad: las baterías cuentan con sistemas de avanzada para proteger dicha pieza del coche, anticipando cualquier problema eléctrico asociado a la humedad. Una prestación tecnológica de última generación que, en caso de que el vehículo presente fallos, no podrá arrancarse para impedir potenciales accidentes.
A su vez, se ha de destacar el rol de los sistemas de anticalentamiento. Al igual que en el caso de la humedad, las baterías están protegidas por sistemas que detectan las temperaturas altas -aquellas que superan los 60º- para que, en caso de que esto llegue a suceder, se inicien los sistemas internos para aclimatar el motor y la batería. Algo que también ocurre con los procesos de carga que se calientan, ya que los coches eléctricos cuentan con reguladores que disminuyen el flujo de carga en caso de que se caliente demasiado. Una protección integral para garantizar el mejor mantenimiento del vehículo.
Una vez clarificadas algunas de las incógnitas más comunes cuando planteamos la compra de estos modelos, es necesario ir un paso más allá y poner sobre la mesa cuestiones adyacentes en términos de seguridad. Interrogantes que pueden condicionar nuestra decisión de compra y hacernos ver que, tal y como nos indican los expertos de la automoción, los coches eléctricos carecen de riesgo alguno y se presentan como la maravilla tecnológica que va a cambiar el devenir del planeta.
En este orden de ideas, el riesgo de incendio es una de las dudas que más clientes se preguntan. Sin embargo, las baterías carecen de riesgo de inflamación y, si por algún motivo esto pudiera llegar a suceder, el proceso de combustión es realmente lento, dejando margen al conductor para abandonar el vehículo. Por otro lado, los accidentes en la carretera también tienen menos consecuencias que con los coches tradicionales; puesto que su centro de gravedad es bajo y volcar el vehículo -con las consecuentes vueltas de campana- es de lo más improbable.
Por último, el riesgo de sufrir una descarga eléctrica es completamente nulo, fruto de las medidas de seguridad que se siguen en su fabricación. Por ende, nos encontramos ante un coche que va a velar radicalmente por nuestro bienestar una vez salimos a la carretera; reduciendo en el proceso los índices de contaminación sobre el ecosistema. Es decir, con los coches eléctricos todos salimos ganando, incluidas las futuras generaciones.