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¿Qué diferencias existen entre una residencia geriátrica y un centro de día?

Red Econ | Miércoles 20 de octubre de 2021
Cuando las personas nos hacemos mayores, existen multitud de opciones diferentes para que podamos disponer de los cuidados y la compañía que necesitamos. En este artículo revisamos las principales diferencias que existen entre las residencias geriátricas y los centros de día, de la mano de los mejores expertos. Sigue leyendo para conocer cuáles son las principales diferencias entre las residencias geriátricas y los centros de día, de la mano de los mejores profesionales. id:77018

El perfil de los ancianos es diferente

Lo primero que debemos tener en cuenta para valorar las diferencias entre las residencias geriátricas y los centros de día es que el perfil de los ancianos asistentes o internos en los centros de día o en las residencias geriátricas es bastante diferente.

En los centros de día y en las residencias geriátricas se ofertan servicios dirigidos básicamente a personas con edades superiores a los 65 años, aunque, teniendo en cuenta sus circunstancias personales y su grado de dependencia, también es posible que accedan a estos centros personas con edades inferiores.

Si bien la edad mínima de cobertura suele ser similar para los centros de día y para las residencias geriátricas, lo cierto es que los usuarios que acuden a las residencias de día pueden tener dependencias leves, moderadas o graves derivadas de diferentes déficits físicos, cognitivos o a nivel funcional, y requieren de la asistencia a este tipo de centros para poder hacer actividades y ejercicios que les ayuden a rehabilitarse y a mantenerse independientes.

Por otro lado, el perfil de los ancianos que acuden a las residencias geriátricas suele ser el de personas dependientes, con situaciones sanitarias complejas o con imposibilidad de contar con los cuidados necesarios o la compañía que requiere fuera de este círculo. Estas personas suelen necesitar una asistencia permanente durante todo el día, pero también pueden ser ancianos autónomos que, derivado de una situación familiar o personal, prefieren trasladarse a una residencia geriátrica para disfrutar de todos los servicios y de la compañía que van a poder encontrar en este tipo de centros.

El régimen de estancia es distinto

Del mismo modo, como nos han explicado los expertos en residencias del portal miResi, la diferencia básica entre los centros de día y las residencias es que el tiempo de permanencia de los ancianos en uno y en otro tipo de espacios es diferente, así como lo es el enfoque de la atención que reciben los ancianos en estos centros.

Mientras en los centros de día el objetivo final es terapéutico y de estimulación para los mayores, en las residencias suele ser la asistencia a estas personas.

En cuanto a los horarios, si hablamos de las residencias de día, las personas mayores pueden elegir, siempre dentro del horario en que se encuentre activo el centro, el régimen de estancia que más le satisfaga o se acople a sus necesidades: un día a la semana, dos, tres, o todos los días, así como la duración de su asistencia: una hora, dos, toda la mañana, toda la tarde, etc.

Los usuarios y los familiares, junto con los profesionales de estos centros, establecen de manera eficiente los días de asistencia y la duración de las sesiones dependiendo de los intereses, las necesidades del anciano y la disponibilidad de su familia o de las personas encargadas de su cuidado fuera del centro de día, pero los mayores siempre duermen en su domicilio.

En cambio, en las residencias geriátricas las estancias son completas durante las 24 horas del día, y pueden ser temporales o permanentes, siempre dependiendo de las circunstancias concretas en las que se encuentre cada anciano.

Los servicios son diferentes

Por otro lado, en las residencias geriátricas y en los centros de día los servicios son diferentes. Ambos lugares cuentan con los mejores expertos a nivel sociosanitario y gerontológico. Estos profesionales se encargan de ofrecer a los ancianos la mejor atención posible a nivel personal y profesional, garantizando su bienestar y su autonomía. Aunque los servicios son algo diferentes.

Mientras en las residencias de día el objetivo final es prevenir o conseguir reducir al máximo el impacto negativo de la pérdida de autonomía en los ancianos ofertando servicios de carácter asistencial como el transporte adaptado o la ayuda a domicilio, así como otros servicios terapéuticos entre los que se encuentran los talleres, las actividades y el ejercicio rehabilitador pensado para tratar las dolencias y enfermedades más relacionadas con el proceso del envejecimiento, en las residencias encontramos servicios como la manutención de los mayores, la atención a nivel sociosanitario, la integración, la estimulación a nivel funcional y la dinamización social.

En los centros de día las actividades se realizan tanto de manera individual como de forma colectiva, y suelen estar supervisadas todo el tiempo por los profesionales que se implican en su desarrollo y planificación.

Cómo escoger entre una residencia o un centro de día

A la hora de decantarnos entre una residencia geriátrica o un centro de día para los mayores, debemos tener en cuenta que para tomar esta decisión de manera eficiente vamos a tener que valorar en gran medida el grado de autonomía del anciano, revisando también la disponibilidad de los familiares y del entorno de esta persona para poder ofrecerle la compañía, atención y cuidados que necesita, pero también las preferencias personales de los ancianos.

Se trata de una decisión realmente personal en la que debemos tener en cuenta muchos factores diferentes, valorando siempre que en los dos casos todo el equipo sanitario se encuentra a disposición de los ancianos y debe garantizar la mejor atención posible a nuestros mayores.

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