Economía

Inflación: ¿transitoria o estructural?

OPINIÓN: Por Thomas Meier, gestor del fondo MainFirst Global Dividend Stars y el MainFirst Euro Value Stars

Jueves 21 de octubre de 2021
Las noticias acaparan los todos los titulares. Los académicos no sólo se pelean por las causas exactas, sino también por la interpretación de la inflación, desde los efectos de base, pasando por los efectos fiscales, hasta los precios de la energía, etc. id:77070

Sin embargo, nos complace dejar las discusiones académicas a los economistas apropiados, en su lugar preferimos añadir una visión de arriba a abajoa las discusiones y echar un vistazo más de cerca a las implicaciones estructurales para los inversores.

En muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, nos estamos preguntando qué consecuencias tendrá la pandemia de la COVID-19 a largo plazo. Las empresas también se están cuestionando. Hay una observación inflacionaria a largo plazo que no se puede evitar: la necesidad de diversificar las cadenas de suministro. Una lección clave de la pandemia es la vulnerabilidad de la industria debido a la dependencia de la cadena de suministro. La globalización condujo a una optimización masiva de las cadenas de suministro, de modo que una multitud de productos intermedios se fabricaron, y aún se fabrican, en los países de mejor coste del mundo. El método logístico del "justo a tiempo" ha optimizado considerablemente los niveles de inventario, así como el capital empleado, al mínimo. Las economías de escala en la producción de productos intermedios hicieron posible los precios bajos y aseguraron una deflación estructural, inducida por la tecnología. La pandemia puso fin a este ventajoso cálculo: la pérdida de producción y la interrupción del flujo de producción constante causaron dolores de cabeza a muchos participantes en el mercado. Debido a la falta de suministros, por ejemplo, de productos intermedios procedentes de Asia, muchas instalaciones de producción se enfrentan a un riesgo de inactividad. La continua escasez de chips y sus efectos indirectos son sólo la punta del iceberg. ¿Cómo reaccionarán las empresas a esta crisis de suministro?

  • Diversificación regional. Una menor escalabilidad con una mayor capacidad de planificación provocará un aumento de los precios de los productos.
  • Aumento del capital empleado debido a un mayor nivel de existencias.
  • Ambos efectos repercutirán negativamente en la evolución de los beneficios y los márgenes a corto, medio y largo plazo, en caso de que las empresas no puedan repercutir estas subidas de precios a sus clientes. En particular, el rendimiento del capital invertido y la generación de efectivo se verían afectados negativamente. Por ello, las empresas harán todo lo posible por repercutir esta inflación de los costes de los materiales. Esta evolución, que afecta a casi todas las regiones y sectores, contribuirá, en nuestra opinión, a aumentar estructuralmente la inflación.

    ¿Qué significa esto para los inversores? Por un lado, hay que volver a dar mayor importancia a la selección de valores individuales. La pregunta relevante es: ¿qué empresas pueden repercutir el aumento de los costes debido a su posición en el mercado?

    Por otra parte, el posicionamiento estratégico de los inversores, es decir, la asignación de activos es cada vez más decisiva. El reto para los inversores de preservar sus activos en términos reales no podría ser más evidente. En caso de que los aumentos de precios enumerados anteriormente se materialicen y el efecto no sea transitorio, habrá que reconsiderar por completo las cuestiones fundamentales en cuanto a los objetivos de ahorro: mientras que en los años noventa el enfoque era maximizar los rendimientos sin hacer de la consideración de los riesgos una prioridad (es decir, invertir los ahorros en el Neuer Markt), a esto le siguieron dos décadas con un enfoque en la minimización de las fluctuaciones (aversión a la volatilidad). El nuevo principio de inversión en el que debe centrarse todo inversor es: ¿con qué asignación de activos puedo mantener mi poder adquisitivo en términos reales a medio y largo plazo? Si echamos un vistazo a la asignación de activos de los revela un claro sesgo hacia los tipos de interés. Esto conlleva el peligro inherente de verse afectado significativamente por el "impuesto especial" que induce la inflación, incluso si la tasa de inflación es sólo relativamente baja. Esto requiere un cambio completo de mentalidad: para poder preservar el patrimonio en términos reales, los inversores no podrán evitar una asignación suficiente en inversiones de capital con un perfil de rentabilidad/riesgo más elevado; en otras palabras: ¡sin renta variable, el patrimonio se resentirá!

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