Su propósito es que los usuarios y amantes del ibérico valoren que estos productos que podemos consumir gracias a las dehesas, que debemos hacer sostenibles. Además, solo distribuyen jamón o producto ibérico de pequeñas empresas que poseen un gran producto, mucho más artesano y controlado, sin granjas de explotación intensiva y respetando en todo momento el bienestar animal, ya que ni siquiera los cerdos de cebo de estos vendedores están estabulados.
Los vendedores que están integrados en la plataforma son pymes del sector sin capacidad para comercializar sus productos a nivel online, que a veces no tienen si quiera una página web o no poseen los recursos necesarios para invertir en un departamento de marketing interno o externo. Una parte de la labor de comparaibericos.com es facilitar a los consumidores, por ejemplo, comprar jamón cortado desde la comodidad de su casa procedente de vendedores comprometidos con el medioambiente y donan parte de sus beneficios a la Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura (ADENEX), cuyo lema es "compra ibéricos, planta árboles", que utiliza estos fondos para financiar proyectos de reforestación y regeneración de dehesas.
La dehesa y la bellota
Hace muchos siglos, los gobernantes del oeste de España decretaron que cada ciudad y cada pueblo debían crear pastos tachonados de robles, llamados la Dehesa, para la estabilidad a largo plazo de la región. Este bosque/pasto sigue sirviendo para muchos propósitos. Las encinas y los alcornoques proporcionan leña para el pueblo, sombra para las plantas y el ganado, productos de corcho y bellotas durante el otoño y el invierno. Durante la primavera y el verano, el ganado y las ovejas pastan en los campos. Durante el otoño y el invierno, cuando las bellotas caen de los árboles, los cerdos salen a engordar.
Este antiguo ecosistema creado por el hombre sobrevive intacto hasta nuestros días. Un apunte: con el auge de la construcción en la España moderna se ha presionado a los propietarios de la Dehesa para que la conviertan en inmuebles para viviendas y apartamentos. El renacimiento del jamón ibérico, que comenzó hace menos de treinta años, es un ingrediente importante para preservar esta joya de España para las generaciones futuras. A los cerdos ibéricos les encantan las bellotas.
Cada cerdo puede comer diez kilos de bellotas al día. Cuando los cerdos destinados a ser jamones de Bellota son liberados en la Dehesa a la edad de unos 10 meses, pesan unos 90 kilos cada uno. Los jóvenes cerdos, antes esbeltos, se convierten en alegres cerdos regordetes que ganan hasta un kilo de grasa cada día. Al cabo de 3 ó 4 meses del periodo conocido como "montanera", cada cerdo dobla aproximadamente su peso.
En invierno, una vez que han alcanzado un determinado peso, ha llegado su momento para el "sacrificio".