Economía

Llega el momento del tapering

Previsión de la reunión de noviembre del FOMC de Ebury

Martes 02 de noviembre de 2021
Casi con toda seguridad la Reserva Federal anunciará en su reunión de política monetaria del miércoles la reducción (tapering) de su programa de flexibilización cuantitativa. id:77449

Tras el aumento de la inflación en EE.UU. y de una serie de mensajes con un tono crítico por parte de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) -sobre todo de su presidente, Jerome Powell-, el anuncio del tapering se hace prácticamente inevitable esta semana. Powell ha señalado en las últimas semanas que las limitaciones de la oferta y la inflación por encima del objetivo persistirán durante "más tiempo de lo previsto y hasta bien entrado el próximo año". Esto supone un cambio de postura bastante importante con respecto a verano, cuando Powell y la mayoría de sus compañeros del FOMC definieron el repunte de la inflación como "transitorio" (es decir, que probablemente desaparecería a finales de año). También dijo en la reunión de septiembre que el tapering "podría estar pronto justificado", y que podría comenzar tan pronto como en noviembre.

En vista de que la relajación de las presiones inflacionistas aún no se ha materializado, los argumentos a favor de un endurecimiento del programa de compra de activos de la Reserva Federal son ahora muy convincentes. La inflación general de los consumidores volvió a subir en septiembre hasta alcanzar máximos de trece años (5,4%) y muy por encima del objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal. Los precios de la energía han subido notablemente por el brusco aumento de los precios de las materias primas a nivel mundial, mientras que un gran número de sectores sigue sufriendo una aguda escasez de suministros tras la eliminación de las restricciones. De los 26 subíndices, 24 experimentaron un crecimiento anual de los precios superior al 2,5% en septiembre. Este aumento de los precios no sólo está reduciendo los rendimientos reales, sino que también hace que el crecimiento de los beneficios reales siga siendo negativo (gráfico 1).

Esperamos que la reducción del ritmo de las compras netas de activos se produzca de una forma relativamente gradual, ya que los responsables de la política monetaria no querrán desencadenar otro "taper tantrum" (como se denominó a la ‘rabieta’ de los mercados cuando la Reserva Federal comenzó a retirar sus estímulos de la crisis financiera en 2013). Actualmente, la Reserva Federal está añadiendo a su balance activos por valor de aproximadamente 120.000 millones de dólares cada mes como parte de su programa de QE, 80.000 millones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense y 40.000 millones de dólares en valores respaldados por hipotecas (MBS). Estamos de acuerdo con la opinión general y pensamos que estas compras netas se reducirán en un total de 15.000 millones de dólares al mes (10.000 millones en bonos del Tesoro y 5.000 millones en MBS). Esto estaría en consonancia con el debate mantenido por los miembros en el FOMC en septiembre, tal y como se recoge en las últimas actas de la reunión. A este ritmo, las compras netas se reducirán a cero en unos ocho meses, o a mediados de 2022, dependiendo de la fecha de inicio.

Como el mercado ya prevé el anuncio del taper, la reacción del dólar puede depender tanto del ritmo de la reducción de las compras de activos como del momento en que se inicie el proceso. Una reducción de las compras netas más rápida de lo previsto sería alcista para el dólar, ya que adelantaría las expectativas de la primera subida de los tipos de interés, mientras que una más comedida provocaría probablemente una fuerte depreciación del billete verde. Creemos que el proceso se iniciará a mediados de noviembre, y cualquier retraso importante en este calendario será percibido como un factor negativo para el dólar. Uno de los últimos factores de riesgo para la divisa ha sido la opinión del mercado de que la Reserva Federal va a ir por detrás de la mayoría de sus homólogos del G10 en la subida de los tipos de interés. El FOMC ya ha indicado que no subirá los tipos hasta que termine de reducir su programa QE, por lo que cuanto más dure el proceso de reducción, mayor será el retraso antes de la primera subida. En el momento de redactar este informe, los mercados de futuros no prevén una subida de los tipos de interés en EE.UU. hasta junio de 2022, más tarde que los demás bancos centrales del G10 (excepto tres).

Más allá del anuncio del QE, las declaraciones de Powell sobre los tipos de interés y el estado de la economía americana también serán muy importantes. Si Powell se muestra más preocupado por el aumento de la inflación, y/o indica que la Fed no dudará en subir los tipos una vez que haya terminado el tapering, el dólar podría recibir cierto impulso el miércoles. Teniendo en cuenta el carácter agresivo del reciente repunte de la inflación mundial, en estos momentos llegamos a la mayoría de las reuniones de los bancos centrales pensando que es más probable una sorpresa 'dura' que una 'moderada'. Teniendo esto en cuenta, creemos que la reacción inmediata del dólar puede ser ligeramente alcista. De hecho, según las actas de septiembre, varios participantes se mostraron a favor de una "moderación más rápida de las compras", y no nos sorprendería demasiado que hicieran un anuncio en ese sentido el miércoles.

TEMAS RELACIONADOS: