Tanto en las actividades de exportación como de importación, la variación en la cotización de las divisas en el mercado configura siempre un mapa de oportunidades o de penalizaciones para la tesorería de las compañías. Se trata de una variable exógena, la mayor parte de las veces incontrolable para las empresas, en tanto que responde en muchas ocasiones a decisiones o acontecimientos relacionados con la política, la economía, la fiscalidad o las medidas de índole monetaria que adoptan los bancos centrales.
Conformada por más de 30.000 empresas que aportan más del 2,5% del PIB nacional, la industria alimentaria en España se erige como un pilar fundamental para nuestra economía, presentando además una balanza comercial positiva. Genera un volumen de negocio superior a los 130.000 millones de euros, el equivalente al 23,3% del sector industrial y emplea al 22,1% de las personas ocupadas.
Sus mercados exteriores están compuestos principalmente por la Zona Euro (56,7%), donde el riesgo de tipo de cambio tiene nula incidencia por tratarse de países que comparten la misma moneda. El resto de las exportaciones se dirige a terceros países, donde el factordivisa adquiere una gran relevancia. En concreto, el 7,2% de las exportaciones agroalimentarias va dirigido a los estados miembros de la UE que no pertenecen a la misma zona monetaria, y el 36,1% restante a países extracomunitarios, bien sean europeos o de cualquier otro continente.
Entre los principales destinos de las exportaciones en la Zona Euro, destacan Francia, Italia y Alemania, mientras que fuera del área que delimita la moneda común destacan Polonia o la República Checa. Fuera del continente europeo, el principal destino de nuestros productos es China y, en segundo lugar y tercer lugar, respectivamente, Reino Unido y Estados Unidos. A ellos se suman, entre las primeras posiciones, otros países de Asia, como Corea del Sur o Japón, o el vecino Marruecos.
Por lo que respecta a los principales orígenes de las importaciones agroalimentarias españolas, China figura en primera posición, seguida por Estados Unidos y Marruecos. Asimismo, Sudamérica supone también un actor muy importante a la hora de atraer mercancías exteriores, destacando sobre todo países como Argentina, Perú o Brasil.
Mapa que describe el mercado internacional de divisas
La fotografía que ofrece el mercado de divisas después de un año en relación con los países socios de España en el sector de la agroalimentación (véase la ilustración inferior que recoge las variaciones en mercado de divisas entre julio de 2020 y julio de 2021) ofrece algunos detalles a tener muy en cuenta por parte de las empresas agroalimentarias con el fin de que adopten estrategias que les permitan amortiguar o controlar los riesgos.
A la vista de las variaciones experimentadas por la cotización del euro respecto de las monedas locales de nuestros principales socios comerciales, resulta relevante para las empresas acometer una adecuada gestión del riesgo de tipo de cambio con la ayuda de especialistas en divisas. No obstante, con el fin de ofrecer pautas de actuación que redunden en una gestión más segura y eficiente frente a los vaivenes de los mercados, Ebury ofrece algunas claves de actuación:
Al margen de estos productos, Ebury recuerda también las ventajas que para la empresa representa poder ejecutar pagos y cobros internacionales en más de 130 divisas en plazos de ejecución inmediatos o de tan solo unas horas y a unos tipos de cambio competitivos -de esta manera, se simplifica a los exportadores e importadores la operación de pagar o repatriar beneficios desde el país donde se realizan las ventas o desde una cuenta en divisas en España sin costes adicionales- o de poder obtener cuentas de cobro en distintos países para facilitar las transacciones con los agentes locales y reducir costes
Estas son solo algunas de las consideraciones que toda empresa debe plantearse cuando tenga actividad comercial fuera de las fronteras del euro, con el objetivo de minimizar riesgos, que a su vez le proporcionen mayor seguridad en sus operaciones y un ahorro de costes.