Se trata de un ciclo de sesiones, organizado por el Consejo Social de UNIR, que preside el exministro Jordi Sevilla; y dirigido por Francisco Cabrillo, catedrático emérito de Economía Aplicada de la Universidad Complutense.
Al presentar al ponente, Cabrillo manifestó que los economistas no se ponen de acuerdo sobre "las causas de la inflación actual", “que ha cogido con el pie cambiado a los bancos centrales”. Se habla de “la escasez de bienes y la inflación de costes”, y se habla menos de otro factor: “el crecimiento de la oferta monetaria”.
Juan Castañeda sostuvo que el disparo de la inflación se debe a “una extraordinaria expansión monetaria, como respuesta a la crisis económica derivada de la pandemia; y a una regulación bancaria más laxa, con mayor capacidad de los bancos para crear dinero”.
Ya advirtió en 2020 del riesgo de la escalada en el ensayo ¿Es la inflación la próxima amenaza?, escrito con la colaboración de Tim Congdon, presidente del Institute of International Monetary Research. La crisis económica provocada por la pandemia fue “una crisis atípica” al tratarse de “un choque negativo de oferta”, que “llevó aparejada escasez de bienes y servicios”, explicó. En este caso, no era necesaria “la expansión cuantitativa, a diferencia de la crisis de 2008, en que se activó porque los bancos no creaban suficiente dinero”. Pero en 2020 el dinero sí crecía; y con “la expansión cuantitativa los bancos centrales han disparado el crecimiento del dinero a tasas incompatibles con la estabilidad de precios y la estabilidad macroeconómica”.
LA MAYOR TASA DE CRECIMIENTO DE LA POSGUERRA
“La tasa de crecimiento monetario en EE.UU. -detalló el experto- llegó a situarse en el 25% de crecimiento anual, la más elevada desde la Segunda Guerra Mundial”, lo cual ha provocado el aumento de la inflación. Para conseguir la estabilidad de precios, “el crecimiento monetario debería volver a tasas de crecimiento alrededor del 4% anual”, indicó. Todo ello dependerá, en cierta medida, de la reacción de los bancos centrales.
Juan Castañeda no descarta, incluso, que “se produzca estanflación”, cuando los bancos centrales retiren los estímulos y “puedan llegar a convivir, a la vez, estancamiento con la inflación”.
En la sesión también intervino Elena Márquez, profesora titular de Universidad en el Departamento de Economía Aplicada, Pública y Política de la Complutense. Señaló que se barajan las dos explicaciones sobre el regreso de la inflación: por un lado “las presiones de la demanda y el aumento de costes”; y por otro “el crecimiento de la cantidad de dinero”.
Respecto a si se va a quedar la inflación, dijo que las previsiones del Fondo Monetario Internacional “predicen menores tasas”; y que el Banco de la Reserva Federal de Saint Louis pronostica, según sus mediciones más recientes, una inflación para EE.UU. del 3,08% de media tomando en consideración los próximos 5 años; y del 2,7% de media para un período de 10 años”.