Motor

Peugeot 5008 GT Puretech 180 AT8

Puesta al día del SUV de 7 plazas de la marca del león

Mariano García Viana | Domingo 14 de noviembre de 2021
Acertados retoques, en el frontal y en la parte trasera, hacen del 5008 un coche más actual e incluso más elegante de lo que era hasta ahora, que ya era bastante. id:77836

Aunque lanzado al mercado hace unos años, el 5008 es un coche completamente vigente en lo que a diseño se refiere, sobre todo con este último remozamiento que se le ha hecho y que afecta sobre todo a la parte delantera y en menor medida a la trasera. Al igual que el hermano pequeño, el 3008 y el nuevo 308, conservando la típica fisonomía de Peugeot, se adopta una parrilla sin marcos, que permiten que parte de ella se insinúe por debajo de los faros. Unos faros que también se han rediseñado transmitiendo quizás más agresividad y naturalmente de tecnología Full LED con función de iluminación estática en curva, que optimiza la visibilidad a velocidades de hasta 90 km/h. Por su parte las luces diurnas tienen forma de colmillo con punta cromada, marcando claramente una firma lumínica que está perfectamente alineada con el estilo actual de la marca y la identifica desde el primer vistazo. Destaca la nueva función "Modo Niebla”, integrada en los faros Full LED, que enciende las luces de cruce con intensidad reducida y sustituye a las luces antiniebla delanteras.

Para completar esta visión delantera, hay que señalar la ancha entrada de aire inferior, que contiene los radares de proximidad y a cada lado de ella dos falsas entradas de aire de color negro para refrigerar los frenos. El capó motor con acertadas nervaduras, parece sobrepuesta sobre las aletas delanteras, pues es algo más alta que la línea lateral de las ventanillas, sobre las cuales recorre la carrocería una gruesa franja en color aluminio satinado, que de alguna manera hace que se aprecie claramente la importante longitud de coche, más de cuatro metro y medio y también de su altura, 1,64 metros hasta las barras del techo, destacando la mayor distancia con respecto al suelo que un coche tradicional, pues no olvidemos su transformación a SUV hace tres años. También destaca la alta línea de cintura ascendente hacia atrás, aunque aún así, la zona acristalada es lo suficientemente grande como para proporcionar un habitáculo luminoso, más sobre todo con el techo panorámico con el que se cuentea.

Los pasos de rueda y la parte baja de las puertas están protegidos por bandas de plástico, mientras que ciertas aristas marcan la zona de las aletas y dan al conjunto unas líneas muy fluidas y modernas. La misma modernidad que lucen las llantas de nuevo diseño y 19”. Los grupos ópticos traseros se integran en una banda negra que los unen bajo la luneta y solamente se dejan ver, como tres “garras” verticales de leds, si llevamos las lucen encendidas o se frena. Todo este panel trasero es bastante vertical para aprovechar al máximo el habitáculo, destacando, además de los mencionados pilotos, un alerón sobre una luneta más bien estrecha, lo que deja a la vista una gran zona de chapa hasta el paragolpes, pues el portón se abre hasta la mitad de éste para facilitar las operaciones de carga y descarga.

Como es fácil de suponer, el habitáculo del 5008 es amplio y augura un excelente confort a sus ocupantes. El salpicadero es el típico de los modelos modernos de Peugeot, es decir el denominado i-Cockpit, que tan agradable resulta a los conductores, necesita quizás un cierto período para acostumbrarse a verle por encima del volante y no a través de él, por lo que éste es de un tamaño más pequeño de lo habitual. Dicho cuadro, que se puede personalizar a gusto del conductor, es realmente una pantalla de 12,3 pulgadas y en cualquiera de las representaciones elegidas es fácil de interpretar.

En el centro del salpicadero, como si estuviera superpuesta, se sitúa la pantalla táctil multifunción de 10 pulgadas, que encierra un sinfín de actuaciones, incluidas las del climatizador que carece de botones “físicos”, pues solamente una serie de teclas bajo las salidas de aire centrales y unos interruptores a la vez bajo ellas, para activar algunos elementos auxiliares, son los únicos mandos que se “salen” de la pantalla. El volante también multifunción, está achatado tanto por la parte de arriba como por la de abajo y como decimos, tiene un tamaño bastante reducido. La palanca selectora de la caja automática, de pequeño tamaño, ya se encuentra en la parte horizontal de la consola que por cierto tiene un diseño asimétrico de muy buen gusto. Junto a la señalada la palanca se sitúan el freno de mano eléctrico y la tecla deslizante del “Drive Mode”, para elegir la forma de conducir como luego veremos.

Los asientos son muy cómodos en general y los delanteros sujetan muy bien el cuerpo y tienen un aspecto deportivo impecable. Desde él el conductor puede dominar perfectamente todo lo que ocurre dentro y fuera del coche, pues la visibilidad es muy buena en cualquier dirección, los escasos mandos quedan muy a la mano y la información del cuadro se interpreta con solo un vistazo. La segunda fila esta compuesta por tres asientos individuales, que se pueden mover longitudinalmente 15 centímetros y de forma independiente a través de unos carriles. El espacio del que disponen los ocupantes de esta fila es todo un privilegio sobre todo para las piernas, aunque se corran los asientos hacia los respaldos delanteros, que por cierto disponen de una mesa plegable cada uno. Los dos asientos de la tercera fila ya no son tan confortables, aunque permiten desde luego viajar a dos adultos, que no sean muy voluminosos, sin grandes problemas de espacio si la segunda fila ha sido desplazada hacia delante. Lo peor de esta tercera fila es su acceso a través del recogimiento de los asientos laterales de la segunda. Esos dos asientos de la tercera fila se pliegan sobre el piso del maletero ofreciendo una zona de carga lisa. De todas formas, si no se usan se pueden desmontar fácilmente y sacarlos del coche (Anque pesan 11 kilos) y así ampliar aún más la capacidad del maletero, que con ellos plegados ofrece 780 litros de capacidad y si ya se pliegan también los de la segunda, nada menos que 1.940 litros. El portón, para mayor comodidad, es de apertura y cierre eléctricos, incluso accionándose con pasar el pie por debajo del paragolpes.

En general el habitáculo del 5008 está muy bien terminado y ofrece un aspecto impecable, con luz ambiental, materiales agradables de tocar y un ajuste que evita vibraciones. El equipamiento en esta versión GT , es bastante completo y además en el exterior se emplean algunos aditamentos que el hacen ofrecer un aspecto más deportivo. La tapicería es exclusiva, además de elementos más o menos habituales en coches de esta categoría, podemos encontrar la mencionada configuración del cuadro de instrumentos que incluye los modos de luz ambiental, la alerta de precolisión, el BLIS o detector de vehículos en el ángulo muerto, el techo panorámico, la cámara con visión de 180º, el control electrónico de pendientes, el Drive Control, que ofrece la posibilidad de elegir cinco modos de conducción, Normal, Nieve, Barro, Arena y anulación del control de tracción ESP, el programador de velocidad activo, avisos de salida de carril, visión nocturna, frenado de emergencia…...

Esta versión GT monta un excelente motor de gasolina Puretech de 1.598 c.c., que ofrece una potencia de 180 CV a 5.500 r.p.m. y un par de 250 Nm a 1.650 r.p.m. Un motor moderno todo de aluminio que francamente nos ha gustado. Reacciona muy rápido a los requerimientos del acelerador, se muestra muy silencioso y aunque no es especialmente fulgurante, mantiene la aceleración de forma constante y contundente consiguiendo por ello unas prestaciones realmente brillantes. La velocidad máxima se cifra en 220 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h se queda en los 8,3 segundos. El consumo medio oficial de unos 6,5 litros a los 100 km. se consigue con una conducción tranquila y relajada, pero cuando se exige una conducción rápida, tirando a deportiva y que el motor lo permite sobradamente, el consumo se eleva a los 10 litros que tampoco esta nada mal en función de las prestaciones que se pueden obtener y el propio volumen del coche. Como ya es habitual en los motores modernos se dispone de la función Star&Stop, sin que el conductor apenas note la parada del motor y su puesta en marcha.

El cambio automático de 8 velocidades, de convertidor de par, se adapta muy bien a las características del motor. Permite que se pueda conducir el coche con esa prestancia que la potencia del motor requiere. Las relaciones se insertan sucesivamente sin que se aprecie ningún tipo de titubeo y por ello permite una conducción tirando a deportiva, aunque eso sí, las retenciones no son tan rápidas como cuando las velocidades suben. El cambio se pude manejar con las levas situadas tras el volante y desde luego con esta situación se puede sacar más partido a las virtudes del motor, pero también conseguir un consumo más elevado. Como la insonorización en el habitáculo esta muy bien conseguida, la rumorosidad de la rodadura no llega hasta él y solo el motor se deja sentir de forma notable cuando se sube mucho de vueltas.

Conducir el nuevo 5008 resulta de lo más agradable, es un coche dócil y seguro, dotado de un sinfín de elementos de ayuda a la conducción y de confort, como más adelante veremos. Las suspensiones, con McPherson delante, con su correspondiente barra estabilizadora y rueda tirada con elemento torsional detrás, cumplen perfectamente la doble función de ofrecer confort y una excelente estabilidad en todo tipo de carreteras, agilidad en las muy viradas y un gran aplomo en las despejadas circulando a elevada velocidad.


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