Motor

Audi SQ5 Sportback TDI Quattro Tiptronic

Un SUV diésel de hibridación ligera con un envidiable talante deportivo

Mariano García Viana | Jueves 25 de noviembre de 2021
Tecnología de última generación para un crossover coupé, Sportback, sumamente atractivo, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 5 segundos, pero ofreciendo un espacio interior de lo más confortable. id:78218

Esta segunda generación del SQ5 es heredera de la primera que tiene el honor de ser la primera en incorporar un motor diésel en lo que pudiéramos llamar la “serie”, que hasta entonces siempre equipaban motores gasolina para obtener prestaciones verdaderamente deportivas. Pues bien, al igual que su antecesor, el nuevo SQ5 no defrauda en absoluto en lo que a deportividad y dinamismo se refiere y es más, hasta el sonido es propio de un V8 de gasolina, verdadera referencia para los amantes de los aficionados a los automóviles deportivos, en lo que a sonido se refiere.

La responsable de este magnífico rendimiento es la tecnología aplicada en el V6 y tres litros, que se oculta bajo el capó del SQ5. Un motor recientemente renovado capaz de rendir 341 CV y un par de nada menos que 700 Nm entre 1.750 y 3.250 r.p.m., lo que da idea del amplio margen de utilización a elevado rendimiento, que permite lógicamente unas prestaciones de auténtico deportivo. Aceleración de 0 a 100 km/h en tan solo 5,1 segundos y su velocidad máxima limitada electrónicamente a los 250 km/h.

En líneas generales, esa renovada tecnología aplicada al V6 y que permite un rendimiento tan espectacular, se debe entre otras actuaciones a que los pistones ya no son de aluminio, sino de acero forjado, lo que ofrece más resistencia y reduce las pérdidas de calor, compensando así un peso superior, mientras que un escalón labrado en el propio pistón permite que la combustión sea más rápida y eficiente. Por otro lado, los inyectores de combustible funcionan con una alta precisión de forma constante, gracias a nuevos sensores piezoeléctricos que monitorizan la apertura y el cierre de la aguja, puediendo realizar hasta ocho inyecciones por ciclo.

Por otro lado, el anterior intercooler aire/aire situado tras el paragolpes se ha sustituido por un intercambiador indirecto agua/aire situado en el interior de la V que forman los cilindros, acortando de esta forma el recorrido del aire de admisión, lo que ayuda a generar rápidamente presión de sobrealimentación. El intercooler indirecto es más eficaz, e incluso puede calentar el aire de admisión al arrancar el motor en condiciones ambientales de baja temperatura, ayudando así a alcanzar más rápidamente la temperatura ideal para la combustión. Gracias a esta medida, los sistemas de descontaminación de los gases de escape responden de forma más rápida. El turbocompresor cuenta ahora con una turbina más pequeña y ligera, que entra en funcionamiento con una velocidad excepcional, un factor clave a la hora de entregar una alta cifra de par motor de forma espontánea. El colector de escape se beneficia de un mejor aislamiento, lo que también contribuye a que los gases de escape alcancen la temperatura óptima tras un arranque en frío.

Para el tratamiento de los gases de escape Audi utiliza la tecnología twin-dosing, basada en el funcionamiento conjunto de dos convertidores catalíticos SCR. El primero está situado directamente detrás del colector de escape, y también funciona como un filtro de partículas. El segundo se ubica más lejos del motor, bajo el piso del vehículo. Ambos catalizadores se complementan, porque cubren diferentes situaciones de funcionamiento y rangos de temperatura de los gases de escape. Los dos cuentan con inyección de AdBlue, una solución de urea que se almacena en un depósito específico con 24 litros de capacidad. Gracias a la tecnología de doble dosificación de AdBlue, el SQ5 TDI se queda claramente por debajo del límite de emisiones establecido por la nueva norma “Euro 6d ISC-FCM AP”.

Como se desprende por lo descrito, Audi no solo se ha aplicado en mejorar el rendimiento del SQ5, sino que también se ha preocupado de reducir lo gases contaminantes de la combustión, como lo demuestran también la incorporación de otras dos tecnologías que reducen el consumo y por tanto la emisión de gases. Por un lado, el sistema Mild Hybrid (MHEV) o hibridación suave, de 48 voltios, que integra un alternador/motor de arranque (BAS) accionado por correa, que mejora el arranque después de la parada Star&Stop, una batería de iones de litio y un convertidor de 48/12 voltios. En fases de desaceleración, el sistema MHEV recupera hasta 8 kW. El SQ3, además puede circular con el motor apagado durante un máximo de 40 segundos, tras lo cual el potente BAS vuelve a arrancar el motor. Con estas actuaciones, el sistema MHEV tiene un potencial de reducción de consumo de hasta 0,7 l/100 km. Por otro lado, el segundo componente de alta tecnología es el compresor eléctrico (EPC), que ayuda accionando el turbocompresor cuando el flujo de gases de escape no tiene suficiente energía. Un compacto motor eléctrico, alimentado por el sistema eléctrico de 48 voltios, acelera la turbina del compresor del EPC hasta alcanzar unas 65.000 r.p.m. aproximadamente en 300 milisegundos. El EPC entra ahora en acción con más frecuencia y en un rango de funcionamiento del motor más amplio, permitiendo una respuesta inmediata al iniciar la marcha o cuando se acelera con el motor girando a bajas revoluciones.

Para terminar con esta breve explicación mecánica del motor que da una idea de lo que encierra este V6 que, por otra parte, dispone de doble árbol de levas en cada culata, inyección directa tipo common rail, admisión variable, etc., digamos que, aunque sea una descripción un tanto subjetiva, el sonido de este motor, como ya hemos mencionado, es realmente reconfortante para un aficionado a los coches de espíritu deportivo, ya que se puede actuar sobre el escape para que este se deje notar, tanto al arrancar, como al ralentí, en aceleraciones o reducciones, ahora que el silencio de los coches eléctricos se va imponiendo, oir este escape es…….para subir la adrenalina. Acompañando al V6 tenemos una caja de cambios automática de ocho velocidades, tipo Tiptronic, que permite cambios rápidos y suaves, tanto en aceleración como en las reducciones y que utiliza también un embrague central situado en la transmisión, que interrumpe la fuerza de la potenica, cuando se circula con el modo de marcha por inercia, es decir con el motor apagado. Dicha caja se puede utilizar de motor manual con las levas situadas tras el volante. También se cuenta con el Audi drive select, mediante el cual el conductor puede modificar la respuesta de la suspensión, dirección, motor, etc. en base a seis perfiles: auto, comfort, efficiency, dynamic, offroad e individual.

Como es de esperar en un Audi de estas características, se dispone también de la tracción quattro. En condiciones normales de conducción, el sistema de tracción integral permanente distribuye el par entre los ejes delantero y trasero en una relación de 40:60. En caso de deslizamiento en alguno de los ejes, se deriva la mayor parte del par al que tiene mejor tracción, hasta un máximo del 70% en el caso de las ruedas delanteras, y del 85% en las traseras. En curvas rápidas, el sistema de control selectivo de par contribuye al dinamismo mediante ligeras intervenciones en los frenos de las ruedas que menos carga soportan, las interiores a la curva. Los frenos, con cuatro discos ventilados, están a la altura de las altas prestaciones que se pueden conseguir, sus pinzas en color rojo destacan entre los sofisticados radios de las llantas.

Desde luego la adopción de la fisionomía Sportback, es decir con la parte trasera más inclinada, tipo coupé, ha mejorado mucho el aspecto del Q5 en general y del SQ5 en particular, pues además de ello se han adoptado una serie de detalles que le hacen más atractivo aún. La parrilla octogonal clásica de la marca, la Singleframe, es específica de los modelos S con una estructura de secciones octogonales de considerable tamaño, formando un panal, unidas por entre sí por barras que, como el resto de la parrilla, figuran en negro satinado. Misma apariencia que se emplea en las entradas de aire laterales y en la estrecha entrada de aire inferior. Los completos faros son Matrix Led, con intermitentes dinámicos y característica y personal luz de día. Lateralmente es como se aprecia mejor el inclinado techo, a partir de la terminación de la puerta delantera, para formar ese aspecto de coupé anteriormente mencionado. Las sinuosas formas que recorren la carrocería, en la parte baja de las puertas, más la pequeña cornisa que la recorre desde los faros a los pilotos traseros, dan al conjunto de la visión lateral un aspecto más dinámico, como también lo hacen las robustas llantas, de 20”, de llamativo diseño. En esta versión S Line, los marcos de las puertas, así como los retrovisores exteriores, son de color negro satinado.

En la trasera, hay dos elementos que sobresalen rápidamente a un primer vistazo, los grupos ópticos tridimensionales y las cuatro salidas de escape cromadas y ligeramente ovaladas (Estas sobre todo si el motor esta en marcha por su maravilloso runruneo). Las luces de estos grupos ópticos son Oled digitales y están divididos cada uno, en tres secciones de seis segmentos que permite a los clientes elegir entre tres firmas lumínicas diferentes, cada una con su propia secuencia al abrir o cerrar el vehículo. Cuando se activa el modo de conducción dynamic en el Audi drive select, las luces traseras adoptan una configuración adicional específica. Esta tecnología también cuenta con una función de detección de proximidad, que ilumina todos los segmentos OLED si un usuario se acerca a menos de dos metros de la parte trasera del SQ5 mientras está parado. Los intermitentes dinámicos completan el amplio espectro que abarcan las luces traseras. La generosa visera sobre la inclinada luneta y un alerón integrado en la mitad del portón, sobre los pilotos, complementan una visión trasera igualmente atractiva.

El habitáculo del SQ5 es amplio acoge fácilmente a cuatro personas e incluso cinco, aunque el ocupante del centro del asiento trasero, como es habitual, viaje algo más incómodo por la concepción del asiento y el túnel central. En todo el interior dominan los tonos grises oscuros, mezclado con otros igualmente grises, pero más claros, así como con inserciones en aluminio pulido sin brillo. El cuadro, como es habitual en Audi, el cuadro es una pantalla digital de 12,3” y se puede configurar a gusto del conductor, que puede elegir varias opciones, Dynamic, Sport y Classic. La pantalla multifunción de 10,1”, al contrario que los otros modelos recientes de la marca, está sobrepuesta en el centro del salpicadero sobre las salidas de aire centrales. Ella es el dispositivo de visualización y control de la Plataforma Modular de Infotainment.

Los asientos de piel son realmente atractivos, con dibujos de rombos y el logotipo S. Tiene regulación eléctrica y sujetan muy bien el cuerpo. Por su parte el trasero dispone de regulación longitudinal y el trasero se puede ajustar en inclinación. La capacidad del maletero es de 520 litros que se pueden ampliar hasta los 1.520 litros cuando se pliega el respaldo trasero. El portón es de accionamiento eléctrico con función manos libres, pasando el pie por debajo del paragolpes. El SQ5 dispone de un buen número de elementos para hacer más segura la conducción, así como proporcionar un nivel de confort para hacer más agradable el viaje a los ocupantes. Entre los primeros podemos encontrar entre otros, el asistente de crucero adaptativo que puede hacerse cargo de la aceleración, la frenada y el mantenimiento de carril durante largos períodos, el sistema anticolisión, el avisador con corrección de salida del carril, el avisador de vehículos en el ángulo muerto de los retrovisores, el avisador o frenada en su caso, de tráfico cruzado en las maniobras de marcha atrás……Y entre los segundos, un equipo de audio de alta calidad, Bang & Premium Sound System con sonido 3D y conexión automática y búsqueda de emisoras para siempre tener la de mejor audición, plataforma para las recargas por inducción de móviles…..

En fin, que viajar en el SQ3 es de lo más reconfortante y todo ello, e insistimos una vez más, con la posibilidad de escuchar un sonido de potencia y deportividad, que anima a una conducción dinámica y divertida.