En cuanto a las divisas, el susto se tradujo en la típica fuga hacia los valores más seguros, como el yen japonés y el franco suizo. Por su parte, el euro también se apreció, ya que se redujeron las expectativas de subidas de tipos por parte de la Reserva Federal y se acortó la brecha con el BCE; todas las demás principales monedas cayeron frente al dólar estadounidense.
Entre las divisas de los mercados emergentes, la única excepción fue el real brasileño, que logró mantenerse. La lira turca tuvo otra semana nefasta cuando los mercados votaron unánimemente en contra de las excéntricas opiniones de Erdogan sobre la política monetaria.
En condiciones normales, las publicaciones más importantes de esta semana serían el informe de inflación de la Eurozona de noviembre (el martes) y el informe de nóminas de octubre de EE. UU. Sin embargo, la incertidumbre sobre la nueva variante de Ómicron y la poca información disponible hasta ahora sobre su virulencia hacen que los mercados puedan reaccionar precipitadamente en cualquier dirección ante las noticias de las autoridades sanitarias. Esperamos que la correlación de la semana pasada entre la aversión al riesgo y el euro, el dólar estadounidense y las divisas de los mercados emergentes se mantenga hasta que dicha incertidumbre se disipe.
EUR
Las noticias en la Eurozona comenzaron a mejorar la semana pasada. Los índices PMI de actividad empresarial de noviembre nos dejaron una sorpresa al alza. Aunque los contagios por Covid siguen siendo preocupantes, parece que el impacto económico de esta ola está siendo menor. Los datos de los PMI ayudaron a estabilizar el euro, que se apreció con fuerza el viernes durante las ventas masivas en los mercados, pues las apuestas cortas en euros se deshicieron apresuradamente.
El informe sobre la inflación de esta semana tiene cierto potencial desestabilizador. La tasa de inflación podría situarse fácilmente más cerca del 5% que del 4%, el nivel más alto en décadas y también es probable que la inflación subyacente se sitúe muy por encima del objetivo teórico del BCE. La forma en que estos datos se ajusten a esa continua actitud dovish o de moderación del BCE es algo que esperamos pase a un primer plano de aquí a la reunión de diciembre.
USD
Las actas de la reunión de noviembre de la Reserva Federal fueron más hawkish o agresivas de lo esperado, lo que colocó al dólar en buena posición de cara a las vacaciones de Acción de Gracias en Estados Unidos. El impacto de laventa masiva en el dólar fue dispar. Por un lado, se benefició de l os movimientos hacia los valores refugio, pero por otro también se vio afectado por el hecho de que los mercados redujeron las expectativas de aumento de los tipos de interés en 2022.
Se espera que el informe de nóminas de EE. UU. de octubre sea fuerte, con una nueva reducción de la tasa de desempleo y buenas cifras en cuanto a la creación de empleo y aumento de los salarios (aunque no lo suficientemente altos para seguir el ritmo de la inflación). Sin embargo, creemos que las noticias de la variante Ómicron eclipsarán las publicaciones y las noticias sobre política monetaria.
GBP
Los datos dispares (índices PMI de actividad más débiles frente a las cifras más fuertes de los pedidos industriales) y el poco compromiso visto en los comunicados del gobernador del Banco de Inglaterra y de su economista jefe hicieron que el GBP/USD cotizara a la baja. Sorprendentemente, el episodio de aversión al riesgo que se inició el viernes fue positivo para la libra, que acabó la semana casi sin cambios frente al dólar y el euro.
Esta semana no habrá muchas noticias en Reino Unido. Esperamos que el martes Catherine Mann (miembro del Comité de Política Monetaria y considerada parte del ala más agresiva) aclare el estado de las negociaciones del Banco de Inglaterra sobre cuándo este comenzará a endurecer la política monetaria y, por supuesto, también estaremos atentos a cualquier noticia sobre la nueva variante de COVID.