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Humanizar residencias, UCI y la atención al final de la vida, un reto para los profesionales del sector

Lunes 06 de diciembre de 2021
Más de 150 sanitarios han participado en las primeras Jornadas online de la Cátedra de Humanización de la Asistencia Sanitaria de la Universidad Internacional de Valencia. id:78566

La Universidad Internacional de Valencia – VIU, junto con HU-CI (Humanizando los Cuidados Intensivos) y la Fundación ASISA, han celebrado las primeras Jornadas online de la Cátedra de Humanización de la Asistencia Sanitaria. Durante dos días, más de 150 profesionales del sector, han abordado las necesidades, hallazgos y retos a los que se enfrenta nuestro sistema sanitario en este campo.

Como principales conclusiones, el Dr. José Martí Parreño, Vicerrector de Investigación y Transferencia de VIU, ha señalado que en estas Jornadas “se han presentado líneas de trabajo y propuestas claras y firmes para iniciar el cambio, como el Manual de Buenas Prácticas de Proyecto HUCI, se ha defendido que la atención integral no es un lujo, sino que debe ser un compromiso de todos los profesionales y se ha subrayado la importancia de una formación en humanización transversal más allá de la que proporciona los conocimientos científico-técnicos”.

El Dr. Vicente Antonio Gea Caballero, Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Internacional de Valencia y el encargado de inaugurar el acto, ha querido poner el valor el trabajo realizado por las tres instituciones a la hora de “generar conocimiento, investigación y transferencia a la práctica profesional, en la humanización de la asistencia sanitaria”. Asimismo, ha destacado que “es imprescindible mejorar y progresar en la personalización de la atención a la salud y la enfermedad de las personas, pero poniendo el foco en la atención holística, la dignidad y la condición humana, que incluya no sólo a las personas como individualidad, sino también a sus familias, a sus seres queridos, y porqué no, también a sus profesionales, humanizando los equipos de salud. Porque la atención humanizada es uno de los principales valores de la calidad de los centros sanitarios”.

En esta misma línea, la Dra. Paula Martínez López, Directora de la Cátedra, ha recogido en el acto de clausura algunos de los temas que se han abordado durante estas jornadas como la importancia del trabajo en equipo, la calidez, la escucha activa, la comprensión, el respeto hacia el otro como elementos fundamentales de la humanización; la incorporación de una formación en competencias éticas, emocionales y de comunicación y el fomento de la salida de los profesionales a otras organizaciones del sistema para conocer nuevas formas de trabajar que contribuyan a enriquecer su desempeño. Asimismo, se ha remarcado la escasez de recursos humanos y materiales como una barreras importante que encuentra la humanización; también el papel de los profesionales como obstructores del cambio en algunas ocasiones, al tiempo que facilitadores en otras.

Por su parte, la Dra. Sandra Gómez, Coordinadora Académica del Grado Online en Psicología de VIU, y la Dra. Marta Corral, miembro del Grupo de Investigación Be Health Lab de VIU, han subrayado que las claves para la humanización pasan por la formación en comunicación y en inteligencia emocional y que la estrategia de la humanización debe ser no tanto segmentar por edades sino personalizar la atención. Además, la Dra. María Cantero, miembro del Grupo de Investigación GERPSIE de VIU, ha resaltado que un aspecto clave para mejorar la atención y humanizar la profesión es tener una buena actitud hacia las personas.

Respecto a la implicación de las instituciones, la Dra. Macarena Gálvez Herrer, responsable del área de Psicología y Cuidado Emocional de Proyecto HU-CI, ha asegurado que “las propias instituciones sanitarias deben integrar la humanización como criterio de excelencia y calidad asistencial aplicándola en el cuidado del paciente, la familia y los profesionales”. El Dr. Gabriel Heras la Calle, Director del Proyecto HU-CI, ha añadido que “el sistema sanitario tiene un gran margen de mejora. Estamos muy bien valorados, pero sabemos que los pacientes quieren que esos profesionales sepan relacionarse con los enfermos y los familiares, así como entender que hay unas emociones intangibles”.

La humanización de la asistencia sanitaria tras el Covid-19

El Dr. Antonio Amaya Vidal, Director Médico del Hospital HLA Puerta del Sur de Jerez de la Frontera, ha querido poner el foco en que “en los últimos años muchos son los factores que han influido en una deshumanización o una despersonalización de la atención sanitaria: la irrupción de la tecnología, la superespecialización, la burocratización y un enfoque biologicista de la atención”. En cuanto a la llegada de la pandemia, ha explicado que “desgraciadamente, sobre todo al inicio, dimos un paso atrás en esta humanización necesaria en el ámbito de la asistencia sanitaria, con una muerte en soledad en muchas situaciones que podríamos haber tratado mejor. Sin embargo, también en este contexto se ha demostrado que el compromiso de todo el personal sanitario ha sido ejemplar y se ha reforzado, a todos los niveles, la necesidad de volver a un enfoque humanitario”.

Cómo hacer más humano el final de la vida y el cuidado en la UCI

En relación a la necesidad de humanizar el final de la vida, el Dr. José Carlos Igeño Cano, Jefe de Servicio de Medicina Intensiva y Urgencias en el Hospital San Juan de Dios de Córdoba, recordaba que “hay que tratar con la misma profesionalidad, dulzura y cuidado al que nace como al que va a morir. Porque nuestra forma de actuar tendrá repercusiones enormes tanto si lo hacemos bien como si lo hacemos mal”. Por todo esto, para él un plan de humanización del fin de la vida tiene que crearse desde la base, reuniendo a todas las partes implicadas en la atención, “desde la gerencia del centro hasta las personas que están a pie de cama”.

Por otro lado, el Dr. Antonio Amaya Vidal, ha querido resaltar la necesidad de implementar nuevos planes de humanización en relación a un momento tan sensible como la muerte de los pacientes y ha puesto el ejemplo de su centro en el que una medida tan simple como poner una paloma blanca para que el personal sepa que en esa estancia hay una persona en el final de su vida, ha mejorado el cuidado y respeto por uno de los momentos más duros para las familias y el enfermo. Aunque, “poner en marcha un plan de este tipo y a gran escala implica la coordinación de varios servicios dentro del hospital, recursos, formación y un diseño claro de su implantación que se transforme en medidas concretas aplicables”, ha continuado.

En relación a los cuidados intensivos, Igeño ha defendido los beneficios de los planes de humanización en este servicio sanitario refiriéndose a cómo “en la literatura científica existe una gran evidencia de mejoras en la salud de pacientes y familias, así como en la salud y el desempeño de los profesionales de la UCI, cuando se implantan medidas de humanización” y recuerda que a la hora de poner en marcha estos planes “el 70% de las medidas no implican coste alguno, pero el otro 30% y la formación sí lo implican”.

Por su parte, Gabriel Heras la Calle, Director del Proyecto HU-CI, ha descrito como nació este proyecto en los cuidados intensivos y se ha extendido a otras áreas. “Preguntamos a 10.000 personas entre pacientes, familias y profesionales y de ahí salieron las líneas de investigación de mejora de la atención”. Además, ha explicado que a raíz de esto “hemos analizado más de 250 unidades de todo el mundo y la verdad es que la gente cumple entre el 40 y el 60% de estas buenas prácticas. Es decir, ya se hace humanización en los hospitales, pero también hay un margen de mejora del otro 50%”.

El beneficio colectivo de humanizar las residencias de ancianos

Otro de los grandes retos del sector que ha planteado la Jornada, ha sido el de humanizar los cuidados en las residencias y que como señala la Dra. en Ciencias de la Educación y Gerontóloga, Lourdes Bermejo García, “es una inversión porque todos vamos a hacernos mayores”. Para la experta, humanizar las residencias no incluye solo ampliar o mejorar los servicios físicos y cuidados a los pacientes, sino también otra serie de cuestiones como “el cuidado del espacio del que disponen, la independencia, no cosificar a las personas mayores, reconocerlas por su valor, hacer que no sientan que sufren disvalía o dejar que tomen sus propias decisiones”. El Dr. Jesús González Moreno, Director del Máster Oficial Online en Dirección Sanitaria y Gestión Clínica de VIU, ha añadido que “nuestro trabajo nos está permitiendo ver que fortalezas personales como la gratitud, el amor o la humildad, son habilidades relacionadas con actitudes positivas hacia las personas mayores, que deben ser reforzadas para humanizar nuestra atención a ellos”.

Los servicios de pediatría pioneros en implantar la humanización

En la mesa redonda sobre pediatría, moderada por la directora del Máster Universitario en Dirección y Gestión de Enfermería de VIU, Patricia Marín Maicas, destacaron que las unidades pediátricas han sido en mucho sentidos pioneras en la puesta en marcha de medidas de humanización dentro de los hospitales. El Dr. Iván Carabaño Aguado, profesor asociado de Pediatría de la UCM y miembro del Comité de expertos en humanización de la Fundación Atresmedia, explicó que “las iniciativas relacionadas con la humanización nacieron de forma espontánea, en momentos del año especialmente sensibles, como la Navidad. Se perseguía que los niños ingresados en los hospitales pudieran, de algún modo, vivir también ese momento especial mientras se reponían de su proceso de enfermedad”.

En cuanto a los retos de futuro, ha argumentado que el principal desafío es “regresar al punto de partida previo a la pandemia. También, que podamos atender de manera apropiada a los niños que estén en régimen de cuidados paliativos; que tengamos las herramientas y soporte institucional para comunicarnos correctamente con los niños con capacidades distintas; que proporcionemos ambientes específicos para adolescentes; que se potencie el desarrollo de aulas docentes en los hospitals, así como que los profesionales que trabajan con niños que no se curan, o que estén más expuestos a pacientes críticos, dispongan de recursos psicológicos para prevenir la aparición de problemas en esta esfera tan delicada”.

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