Veamos qué es la inteligencia artificial y para qué sirve, y sus buenos y malos usos. La inteligencia artificial mejora año tras año en la generación de contenidos sorprendentemente humanos. Modelos lingüísticos como el GPT-3 pueden escribir artículos enteros por sí solos a partir de una sola línea. Las redes neuronales profundas se utilizan habitualmente para crear imágenes o vídeos falsos, conocidos como deepfakes. La falsificación de vídeos solía ser un proceso tedioso y costoso que requería importantes conocimientos técnicos. Programas de código abierto como FaceSwap y DeepFaceLab han hecho que la tecnología sea más accesible. Hoy en día, cualquier persona con conocimientos limitados puede crear fácilmente deepfakes utilizando un ordenador o un teléfono móvil.
Si bien la difusión de noticias falsas está financiada, ayudada e instigada por numerosos intereses creados, y promovida además por el comportamiento humano, la tecnología que ayuda a crearlas también puede aprovecharse para combatirlas. ¿Pueden los algoritmos que exacerban los efectos de las noticias falsas utilizarse también para contrarrestarlas y fomentar el pensamiento crítico a escala masiva?
¿Podemos utilizar la IA para identificar las noticias falsas? Para ello, primero debemos responder a una pregunta muy matizada: ¿qué es la verdad? En lugar de abordar esta cuestión de frente, los investigadores y las empresas tratan de responder a variantes más sencillas de la misma.
Por ejemplo, ¿puede la IA determinar si un contenido ha sido creado por un ordenador o por un humano? Sí puede hasta una cierta precisión. Las técnicas que analizan las señales lingüísticas, como los patrones de palabras, la construcción de la sintaxis, las características de legibilidad, etc., pueden diferenciar entre el texto producido por un humano y el producido por un ordenador. Sin embargo, los recientes éxitos de las redes generativas adversariales sugieren que los algoritmos pronto podrán imitar a los humanos tan bien que los contenidos que produzcan serán indistinguibles de los creados por nosotros.
Para una buena introducción a qué es blockchain y cómo funciona les recomiendo este artículo, ya que es uno de los conceptos más difíciles de entender. En el libro de descarga gratuita disponible en el El Visitante Digital se analizan otros muchos conceptos y se aclaran malentendidos comunes:
“Como cuando se habla se habla de digitalización y transformación digital, muchas veces parece que se hable de lo mismo, pero no es así. La digitalización es el cambio e incorporación de herramientas tecnológicas (digitales) para sustituir las tradicionales y alcanzar los mismos objetivos mejorados (no transformamos nada). Usamos tecnología digital para la mejora de procesos.
La transformación digital incluye la digitalización, pero trae nuevas maneras de hacer las cosas y nuevas oportunidades que aparecen a raíz de la aplicación de las tecnologías. Estos cambios vienen precedidos de cambios en las personas y en la cultura de la empresa y provocan cambios en modelos de negocio. Piensa en una actividad o un sector económico: la banca, la logística, el sector del automóvil, cualquiera. Cuando la digitalización entra en ese sector, cuando se entra en todo el ecosistema Internet, el siguiente paso es la transformación digital del sector y el crecimiento acelerado gracias a la tecnología digital. Todos los sectores pueden llegar (y están llegando) a puntos de transformación radical o disrupción”.