Esta semana se ha llevado a cabo la presentación en formato virtual del Informe de la Competitividad Regional en España 2021, editado por el Consejo General de Economistas de España y que cuenta con el patrocinio de Banco Sabadell. El informe se elabora a partir de la explotación del Índice de Competitividad Regional del año 2020–ICREG-2020– y recoge el mapa de la situación de la competitividad territorial en España, comparando la brecha existente entre las CCAA y realizando también un análisis dinámico para detectar las tendencias y evolución de la competitividad estructural. Igualmente, en esta edición se lleva a cabo una aproximación a la exposición al riesgo que presentan las CCAA de cara a la consecución de una sólida recuperación, que desemboque en una economía más inclusiva, sostenible, digital y resiliente.
Principales resultados del Informe de la Competitividad Regional - La competitividad promedio de las 17 CCAA disminuyó un 2,3% respecto a 2019. - En 2020, y en un contexto de crisis asimétrica, los primeros lugares del ranking vuelven a estar ocupados por Comunidad de Madrid, Comunidad Foral de Navarra y País Vasco, manteniendo el mismo orden y conformando el grupo de competitividad relativa alta. - En el segundo nivel, competitividad media-alta, se incluyen Cataluña y La Rioja, mientras Aragón, Castilla y León, Cantabria, Galicia y Principado de Asturias constituyen el grupo de CCAA con nivel competitivo relativo medio-bajo. - El grupo de competitividad baja pasa a estar formado por Extremadura, Andalucía, Canarias, Islas Baleares, Castilla-La Mancha y Región de Murcia, a las que se une Comunidad Valenciana. - A pesar del impacto asimétrico de la crisis COVID-19, la ordenación de las CCAA y la composición de los grupos apenas muestra variaciones respecto a la edición de 2019. Así, solo Galicia y Comunidad Valenciana pierden una posición, mientras Cantabria y Principado de Asturias suben una posición. Respecto a la composición de los niveles, Comunidad Valenciana deja de pertenecer al nivel medio-bajo, y se encuadra en el nivel bajo; mientras que su lugar pasa a ser ocupado por Principado de Asturias, que retorna al nivel medio-bajo. - Canarias e Islas Baleares son las dos CCAA en las que el descenso del ICREG es más acusado. En el extremo opuesto, el índice de competitividad crece en Castilla-La Mancha, Principado de Asturias, Castilla y León y Extremadura. - Se observa crecimiento leve en Castilla y León y Extremadura. No hay cambios significativos en los valores de Andalucía, Cantabria y Región de Murcia, experimentando un moderado descenso en Galicia, Comunidad de Madrid y País Vasco. Las comunidades que presentan descenso son Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Comunidad Foral de Navarra y La Rioja. Destacar que se observa un fuerte descenso en Islas Baleares y Canarias. - Los ejes referidos al Entorno económico (eje 1) y a la Eficiencia empresarial (eje 6) son los que se comportan demanera más desfavorable. Los ejes 7 (Innovación) y 4 (Entorno institucional) son los únicos que mejoran de formageneralizada. - En relación con la diferente situación de partida de las Comunidades Autónomas, esta puede dificultar la consecución de los objetivos perseguidos por la Unión Europea en términos de Inclusión, Sostenibilidad y Digitalización y entraña riesgos en el proceso de recuperación. - Comparados con el valor promedio de España, se han establecido tres grupos en función de la exposición al riesgo. Como resultado tenemos que Canarias, Extremadura, Andalucía e Islas Baleares forman el grupo de CCAA que presentan una EXPOSICIÓNALTA.En el segundo nivel (EXPOSICIÓN MEDIA) se incluyen Región de Murcia, Comunidad Valenciana, Galicia, Castillay León y Castilla-La Mancha.Las regiones que presentan una EXPOSICIÓN BAJA serían: Aragón, Principado de Asturias, Cantabria, La Rioja, Cataluña, ComunidadForal de Navarra, País Vasco y Comunidad de Madrid. |
Atendiendo a los resultados obtenidos, el director técnico del Informe de la competitividad regional en España, José Carlos Sánchez de la Vega, ha indicado que “la competitividad de las Comunidades Autónomas disminuyó en promedio un 2,3% en 2020, en sintonía con las fuertes disminuciones del PIB de las CCAA, lo que demuestra el perfil claramente procíclico del ICREG, si bien su caída no se produce de manera tan pronunciada, dado su carácter más estructural”. En este punto, añade que “esta caída de la competitividad promedio de las CCAA no es tan significativa como la disminución media que se produjo en la crisis financiera en el periodo 2008-2012”.
Respecto al comportamiento de las CCAA, Sánchez de la Vega destacó que “el ICREG disminuyó en 10 de las 17 CCAA, aumentando moderada o levemente en cuatro comunidades y no mostrando cambios significativos en tres regiones”. El director técnico del Informe también señaló que “en la composición de los grupos competitivos, solo Galicia y Comunidad Valenciana pierden una posición, mientras Cantabria y Principado de Asturias suben una posición. Por su parte, Extremadura, Andalucía y Canarias continúan ocupando los tres últimos lugares del ranking”.
Así mismo, José Carlos Sánchez de la Vega ha señalado que “las CCAA que más competitividad han perdido en 2020 son Canarias e Islas Baleares. Además, se da la circunstancia de que las seis regiones que alcanzan los mayores valores del ICREG han experimentado descensos más o menos intensos en 2020“. Igualmente, añadió que “también cayó el ICREG en la Comunidad Valenciana”. Respecto a las causas de la caída de la competitividad promedio, Sánchez de la Vega apuntó que “los ejes relativos al Entorno económico (eje 1) y a la Eficiencia empresarial (eje 6) son los que se comportan de manera más desfavorable. Mientras los ejes 7 (Innovación) y 4 (Entorno institucional) son los únicos que mejoran de forma generalizada”.
En relación a la competitividad fiscal, el secretario general adjunto de Foment del Treball Nacional y vocal del Consejo Consultivo del ICREG, Salvador Guillermo, ha señalado que “en el caso de las CCAA, cuando se hable de competitividad también debe incorporase la competitividad fiscal, de igual forma que se hace a nivel de los países, aunque obviamente el margen en el ámbito autonómico es más pequeño, pero, no por ello, deja de ser relevante a veces ante la capacidad de establecer preferenciasen las políticas de ingresos y gastos públicos”.
En el caso español, Salvador Guillermo indicó que “las reducciones y bonificaciones en el impuesto del Patrimonio, y de Sucesiones y Donaciones, que casi exoneran de pago a estas figuras, en determinados casos, y la creación de impuestos propios, que en algunas CCAA se han dado de forma intensa, explican en gran parte los diversos niveles de competitividad fiscal, y que se detalla de forma extensa en el informe Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral que realiza anualmente el Consejo General de Economistas”.
A juicio del presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, “la COVID-19 ha provocado una pérdida generalizada de la competitividad de las Comunidades Autónomas. Estamos ante circunstancias excepcionales que justifican que la UE haya activado la cláusula de excepcionalidad en el cumplimiento de las normas de déficit público, disponiendo los países miembros de mayor capacidad de introducir dinero público en la economía para apoyar la recuperación económica”. No obstante, según Pich, “en breve, previsiblemente, volverán a funcionar las reglas fiscales, viéndonos obligados de nuevo a reducir el déficit y cumplir con el pacto de estabilidad y crecimiento”. Según el presidente del Consejo General de Economistas, “estamos en un nivel de deuda pública/PIB del 120% y las perspectivas del Banco de España es que nos mantendremos en valores elevados durante la próxima década. Los escenarios a futuro pueden ser aún más negativos en el caso de un aumento del coste de su financiación y el endurecimiento de las políticas del Banco Central Europeo”.
Por otro lado, el presidente de los economistas indicó que “los objetivos de transición hacia una sociedad más ecológica, digital e inclusiva son los nuevos retos de la economía, y las Comunidades Autónomas que más deficiencias presentan deben recibir más ayuda”, por ello, reclamó que “los fondos de recuperación y resiliencia denominados Next Generation se destinen, en cierta forma a corregir los desequilibrios y diferencias territoriales existentes”.
Desafíos y riesgos de la recuperación
En el informe se realiza una aproximación a la situación de la que parten las CCAA de cara a la consecución de una sólida recuperación que, además, venga acompañada de transformaciones estructurales encaminadas a conseguir una economía más inclusiva, sostenible, digital y resiliente.
Como apunta Sánchez de la Vega, “la diferente situación de partida de las regiones españolas puede dificultar la consecución de los objetivos perseguidos y entraña riesgos en el proceso de recuperación. Así, los bajos niveles de productividad, los déficits de capital humano, la desigualdad social o la insuficiente digitalización pueden lastrar la recuperación de determinados territorios y dificultar la consecución de los objetivos perseguidos”.
Según Sánchez de la Vega, “los resultados sitúan a Canarias, Extremadura, Andalucía e Islas Baleares en el grupo de CCAA que presentan una mayor exposición al riesgo para afrontar la recuperación, así como los retos ligados a ella. En el segundo nivel, de exposición media, se incluyen, por este orden, las CCAA de Región de Murcia, Comunidad Valenciana, Galicia, Castilla y León y Castilla-La Mancha. Finalmente, las regiones que están en mejor disposición para alcanzar una recuperación sólida, inclusiva, verde y digital serían: Aragón, Principado de Asturias, Cantabria, La Rioja, Cataluña, Comunidad Foral de Navarra, País Vasco y Comunidad de Madrid”.
Índice de Competitividad Regional (ICREG)
El diagnóstico recogido en el informe se realiza a partir de los resultados del Índice de Competitividad Regional (ICREG) que se ha elaborado para las 17 Comunidades Autónomas a partir de 53 variables o indicadores estructurados en torno a siete ejes competitivos que permiten identificar las fortalezas y debilidades competitivas: entorno económico, capital humano, mercado de trabajo, entorno institucional, infraestructuras básicas, eficiencia empresarial e innovación. El Informe incorpora una ficha por Comunidad Autónoma que indica su perfil competitivo.
El informe ha sido realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Murcia que han identificado, por una parte, los ámbitos de la economía en los que existen ventajas o deficiencias a nivel regional –con la finalidad de detectar oportunidades que fortalezcan la productividad empresarial y el bienestar de los ciudadanos, así como el crecimiento económico y la generación de empleo– y, por otra, han analizado las deficiencias estructurales de la competitividad regional y observado las tendencias y cambios experimentados en los diferentes ejes de competitividad, constituyendo una herramienta útil para la toma de decisiones en el ámbito de la política económica.