Pero, ¿por qué son precisamente estas estufas las que más están sonando y no otras? ¿Qué las hace tan especiales y con cada vez más adeptos? Podríamos darte decenas de razones, pero hemos preferido recopilar las principales ventajas que tienen frente a otras estufas tradicionales para que queden claras sus bondades. Seguramente, cuando leas esto, empezarás a plantearte mucho más montar una en casa. Te lo avisamos.
Para tener claras las ventajas de las estufas de pellets solo hay que pensar en alternativas tradicionales como las estufas de leña o las de parafina. Estas instalaciones han habitado en miles de hogares durante mucho tiempo, pero dar el salto al pellet es algo inevitable. Es una solución mucho más segura, económica y sostenible. Un cóctel perfecto al que se coloca como guinda la garantía de poder disfrutar de unas condiciones térmicas perfectas incluso en los días donde el termómetro permanece bajo cero en las calles.
Empresas como ClimaMania se han especializado en su venta, plenamente conscientes de sus bondades. Para entender mejor por qué son la mejor opción a seguir si quieres una solución de climatización ecológica, segura y barata, solo tienes que seguir leyendo. Vamos a hacer un repaso a sus principales ventajas y beneficios sobre prácticamente cualquier otra alternativa de estufa o chimenea doméstica.
La eficiencia de la combustión del pellet es, sin duda alguna, uno de los elementos clave de este tipo de estufas y chimeneas frente a instalaciones tradicionales de leña. Un kilo de pellet puede generar la misma energía calorífica que 5 KWh de electricidad o que medio litro de diésel. Si quieres hacer las cuentas, solo tienes que ver que el litro de diésel cuesta en torno a los 1,4 ó 1,5 euros según en qué parte del país se este. ¿Y el kilo de pellet? Menos de 30 céntimos.
Una quinta parte de su precio para generar la misma cantidad de calor en una vivienda. Obviamente, el ahorro es más que considerable. Y lo que es mejor, estas estufas tienen un mantenimiento la mar de sencillo y no necesitan tantas revisiones como las de combustible o las eléctricas. En definitiva, tu bolsillo y tú salís ganando muchísimo si apostáis por ellas.
Si abogas por la sostenibilidad, recurrir a estufas de pellets para calentar la vivienda es algo casi obligatorio. Su eficiencia energética, como ya hemos visto, no solo es buena en lo económico, también hace que haya menos emisiones a cambio de un calor mayor. También implica que hace falta comprar y gastar menos pellet para disfrutar de unas buenas condiciones térmicas incluso en las épocas más frías.
A eso hay que sumar que el pellet es un compuesto de restos de madera triturada. Mucho más abundante y menos dañino que la leña tradicional, que requiere de la tala de árboles para poder aprovecharse. Por último, pero no por ello menos importante, las emisiones de CO2 del pellet son muy bajas, dañando mucho menos a la atmósfera y el medio ambiente.
Una de las mejores cosas de las instalaciones de estufas y chimeneas de pellets es que tienen una salida de humo directa y más discreta que, por ejemplo, las estufas de leña. Eso evita que se acumule suciedad por la salida de humos y gases, aunque el extra de limpieza de instalaciones no se debe solo a la estufa en sí, también influye mucho el material que combustiona.
Porque el pellet ocupa mucho menos espacio, es más fácil de transportar y, para colmo, no deja tantos restos como la madera. Es más, no propicia la aparición de insectos a su alrededor. Todo esto te ayuda a tener una casa mucho más limpia sin tener que recurrir a la comodidad de una buena estufa de pellet que te garantice siempre una sensación térmica estable y agradable.
Quienes hayan usado estufas de gas, sobre todo las más que tradicionales de butano, sabrán que su uso deja cierto aroma en el aire bastante característico. Ni que decir tiene que esto, además de ser innecesario, es peligroso, aunque de eso hablaremos en otro apartado. Aquí entra en juego otro punto positivo de las estufas de pellets, y es que su combustión apenas produce olores. De hecho, en caso de haberlos, son prácticamente inapreciables.
En esto influye el hecho, también, de que las estufas se han diseñado para ofrecer un cierre hermético cuya única fuga sea a través de la salida de humo, la misma que deja pasar el calor por las diferentes habitaciones que se desee. Aun así, también influye la composición del pellet, hecho precisamente para que, al arder, no surjan gases que se caractericen por su olor.
El riesgo para el hogar a la hora de utilizar estufas de pellets es mínimo. Para empezar, no entra en juego la combustión de un gas que podría ser peligroso, como es el caso de las estufas de butano o de propano. Para terminar, es imposible que se produzca intoxicación por el monóxido de carbono generado en la combustión, dado que las estufas se han diseñado para que haya siempre aire fresco circulando por ellas.
Es posible que se calienten si su ventilador interno no funciona adecuadamente y, obviamente, no es aconsejable tocar su panel frontal directamente. Pero, por todo lo demás, reducen el peligro que se puede dar con otras estufas tradicionales. Ni falta de oxígeno, ni emanar gases tóxicos, ni mucho menos tratar con sustancias altamente explosivas. Todo eso queda descartado.