El presidente de Asaja Córdoba demanda, al igual que lo hizo en la caravana de protesta del pasado 21 de diciembre en Córdoba, "que el Ministerio de Agricultura cambie sustancialmente sus propuestas y que la Junta de Andalucía mantenga firmeza en la defensa de los intereses de los agricultores y ganaderos andaluces", para lograr "una PAC justa para los agricultores y ganaderos de Andalucía", y que "se reconozca la realidad, la diversidad y el potencial productivo del campo andaluz". Destaca Fernández de Mesaque el ministro aún está a tiempo de rectificar y enmendar “esta nefasta reforma ideológica que es un atentado sin precedentes contra el campo cordobés y su capacidad productiva”.
Y es que, sólo con la aplicación de los ecoesquemas, todos los agricultores y ganaderos tienen en el aire entorno a un 30% de las ayudas que perciben actualmente. Si a esto añadimos que el presupuesto de la PAC para España es un 10% menos que en el periodo anterior, que reducen las regiones de la PAC para las ayudas que perjudica notablemente a la agricultura más productiva como es la cordobesa, y que los costes se incrementan por la mayor burocracia y las mayores obligaciones, “es indudable que habrá una importante pérdida de fondos de la PAC para todos los agricultores y ganaderos cordobeses y para la inmensa mayoría de los andaluces y españoles”.
Así lo reconocen los propios informes de la Comisión Europea y del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, que indican que la nueva PAC van a dar lugar, en España y en la Unión Europea, a descensos considerables de la producción, al aumento de costes, a la pérdida de competitividad y en definitiva al empobrecimiento del sector productivo. Sin embargo, el ministro Planas, consciente y cómplice de todo ello, mantiene sus propuestas contra el sector sin haber explicado aún por qué lo hace, y a qué oscuros intereses defiende.
Desde Asaja Córdoba se solicita:
Asaja afirma que se trata de una reforma que ataca las explotaciones más viables, con agravantes como el techo de las ayudas y la degresividad que discrimina a aquellos que han hecho mayores inversiones y han aumentando o mantenido el tamaño se sus explotaciones para ser más competitivas. Asimismo, está redactada con un sesgo claramente “ideológico” -no responde a criterios agronómicos, económicos o técnicos- con el fin de contentar a los lobbies que van contra el mundo rural, la agricultura y la ganadería y a otras comunidades autónomas a costa de los agricultores y ganaderos andaluces.
Por ello, desde Asaja Córdoba se pide al ministro Planas que cambie sus propuestas y escuche al sector cordobés y andaluz, que de manera unánime le está diciendo que se está equivocando y atacando a Córdoba y Andalucía sin razones justificadas y sin que Bruselas le obligue a ello. Sería una forma de reconocer la labor solidaria y esencial que siempre han desarrollado los agricultores y ganaderos y que ahora están pasando por “una situación difícil y ruinosa debido a los altos costes de los 'inputs' necesarios para producir, unido a la falta de mano de obra, los mayores requisitos laborales, y una reforma de la PAC que nos exige más con menos recursos y que castiga a la agricultura y ganadería más productiva".