Economía

Bitcoin era una estafa

Redacción | Lunes 10 de enero de 2022
Las criptomonedas siguen ofreciendo más sombras que luces después de más de una década desde su puesta en marcha. A día de hoy, no está muy claro si invertir en bitcoins o en alguna otra moneda virtual trae beneficios o es un engaño más, un espacio para privilegiados exclusivo para la élite económica de siempre. id:79559

No han sido pocas las personas que se han preguntado como invertir en criptomonedas al oír los cantos de sirena que aseguraban que esta sería la moneda del futuro. Razón no les faltaba, la evolución natural del dinero permitía suponer un estado puramente digital de la moneda en un corto periodo de plazo. El cash (dinero en metálico) tiende a desaparecer de las calles, quedando relegado a pagos menores. La cartera ya no porta billetes ni monedas físicas o estas son muy pocas, su lugar lo ocupa una tarjeta de plástico que hace la función de monedero que se admite en la inmensa mayoría de los negocios, un dinero que se encuentra almacenado de forma digital.

Por si fuera poco, ahora también es posible pagar y llevar a cabo todo tipo de transacciones económicas solo con el móvil o a través de plataformas de pago en el ordenador. Acciones que se realizan usando internet. Es lógico suponer que el paso definitivo sería una moneda que fuera útil solo en el ámbito online, máxime cuando el ritmo de negocio en el entorno digital crece a un ritmo tan acelerado, suplantando a la mayoría de los negocios físicos y contratos cara a cara. Un proceso que se ha visto debilitado por la aparición de las bitcoin estafas.

Estafas a inversores en bitcoin

En líneas generales y si se hacen bien las cosas, invertir en bitcoin o en cualquiera de las criptomonedas disponibles puede resultar beneficioso, aunque en los últimos años ha sufrido un revés en la confianza que generaba. El motivo ha sido la aparición de las primeras macroestafas de criptomonedas en los Juzgados de Instrucción de la Audiencia Nacional. Casos que han dejado a varios miles de inversores afectados a lo largo y ancho del territorio español.

Todavía por determinar en que quedarán estos fraudes, para evitar un uso indebido y dejar de pensar que, efectivamente, el bitcoin era una estafa, la tecnología Blockchain con la que se genera este capital virtual está cerca de ser definitivamente regulada mediante el reglamento MiCA.

Con su aprobación se espera que los posibles malos usos que pueda generar su tráfico económico, con su configuración actual, quede finalmente bajo el control de algún organismo regulador. Y es que, como medio descentralizado que es, no existe ninguna autoridad capaz de asumir responsabilidades sobre los registros, emisiones o transacciones de los movimientos llevados a cabo dentro de este sistema.

La realidad es que, a pesar de la seguridad que en un principio se quiso transmitir, la opacidad de los titulares, la rapidez de las transacciones, el carácter transnacional de las operaciones y la facilidad con la que se puede adquirir este dinero digital favorece nuevos tipos de delincuentes. Para atajar los delitos de estafa (esquema Ponzi o piramidal), el blanqueo de capitales y que el concepto Bitcoin inversión sea completamente seguro, se persigue de esta legislación.

El esquema Ponzi o estafa piramidal

Muchas de las estafas bitcoin que aparecen y son denunciadas presentan el denominador común de seguir el conocido como esquema Ponzi. Este engaño no es más que una variante del popular timo piramidal que tanto daño hizo hace apenas una década en las familias españolas.

Esta estafa trata de captar dinero de terceros con la promesa de invertir en criptomonedas y obtener un retorno seguro de hasta el 25 %. Para hacer más creíble este pacto, durante las primeras semanas sí se recibe el beneficio acordado. Pero, si se prolonga en el tiempo, como así sucede en la mayoría de los casos al ver tan buenos y rápidos resultados, se descubre la falta de inversión, y de la ganancia.

Y es que, en realidad, el dinero que han puesto los nuevos inversores irá destinado a los intereses generados por los que llevan más tiempo. De esta forma, no se está generando beneficios, sino redistribuyendo el capital. Un sistema que solo funciona si se mantiene constantemente la entrada de dinero, tal y como mandan los cánones de los negocios piramidales.

Las llamadas ICO, otro tipo de fraude

Las Initial Coin Offering (ICO) están basadas en un modelo de financiación muy parecido al crowfunding. Se utiliza de forma general por las startups que quieren sacar nuevas criptomonedas al mercado. La idea es recaudar dinero vendiendo tokens o fichas digitales, asegurando que van a ofrecer altos rendimientos en el momento en el que la empresa que lanza la nueva moneda comience a dar beneficios. Este será el momento en el que se puedan canjear los tokens por dinero FIAT o de curso legal.

Este engaño está muy bien organizado, se mostrarán White paper, roadmap, información detallada sobre el personal… Todo un montaje que se hará muy difícil de desmontar.

Queda, por tanto, confirmado que la duda, engaño o pérdida de valor para la inversión en dinero digital no proviene del funcionamiento que de por sí poseen las criptomonedas, sino de los sistemas previos a él. La estafa se localiza en la forma de recaudar dinero y llevar a cabo la compra de criptomonedas.

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