Al ser un Registro de carácter nacional, igual que el DNI humano, todos los animales podrán ser identificados de tal modo que, en cualquier punto del país, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad podrán acceder a dicho registro para saber quién es ese animal, y quién es su tutor, lugar de residencia y estado de salud (la ley establece la obligatoriedad de proporcionarles los tratamientos veterinarios necesarios) o cualquier otra información relevante. Hay varios delitos que podrán ser más fácilmente investigados y perseguidos. Por ejemplo, el abandono, si un gato es abandonado en la calle se sabrá quién es ese gato y con quién convivía, por lo tanto, se podrá demostrar que ha sido abandonado (salvo denuncia por extravío o robo) de tal modo que se podrá sancionar y perseguir ese delito que está expresamente prohibido en la futura Ley de Protección y Derechos de los Animales.
El DNI animal es otra medida más para luchar por los derechos de los animales, si son alguien para las Administraciones deberán ser protegidos. Si no existen más que para sus “poseedores” quedarán al albur de lo que ellos quieran hacer con sus vidas. Además, la falta de un registro nacional y la no obligatoriedad de chipar a todos los animales según en qué parte del territorio nacional se habite, hace muy difícil en la actualidad luchar contra el maltrato y el abandono.