Antes de tomar una decisión en firme, hay que tener en cuenta una serie de aspectos para no llevarse a posteriori sorpresas incómodas. Algunos de estos aspectos que hay que tener en cuenta, serían el uso que se le va a dar, la zona en la que se desea instalar o si en el hogar se tienen mascotas que vayan a estar en contacto con este material.
No hay césped artificial mejor o peor, todo depende de las necesidades del comprador y de la zona en la que habite, siendo el cesped artificial en Alicante una de las zonas en las que más se instala.
Dista mucho el césped artificial a instalar para actividades deportivas, como puede ser una pista de pádel, de golf o de fútbol, que necesitan ser mucho más resistentes, que un césped que vaya a usarse en un jardín o piscina particular, en el que se busca más suavidad y comodidad, el cual no sufre tanto tránsito de personas.
La gama de colores en el césped artificial es muy variada, al igual que su precio, por eso, aquellos modelos que suelen tener un precio más elevado son mucho más realistas y presentan diversas tonalidades de verde, teniendo un aspecto muy natural. Si se opta por un modelo más económico, es posible que se caracterice por un color monocromático que puede dar una sensación más plástica y demasiado uniforme
Por otro lado, la longitud de la fibra del césped artificial es muy variada en el mercado, dependiendo de su uso, aunque todo dependerá también del gusto del cliente, de forma que habitualmente se usa fibra corta para zonas en las que pasa mucha gente (ideal para centros comerciales o espacios públicos); la fibra media es perfecta para espacios con piscinas o con mascotas; y, por último, el césped artificial con fibra alta es más común en jardines y en zonas infantiles.
Tal y como se ha comentado anteriormente, existe prácticamente un tipo de césped artificial para cada necesidad y las ventajas con las que cuentan estos productos son numerosas.
El césped artificial presenta una mayor resistencia ante las inclemencias climáticas a las que se ve sometido durante las distintas estaciones del año, desde heladas en invierno, hasta altas temperaturas y una exposición constante al sol abrasador durante el verano, o a las lluvias constantes en primavera y otoño. En comparación con el césped natural, su resistencia es imponente.
La apariencia natural del césped artificial cada vez está más conseguida, siendo complicado distinguir a simple vista un césped artificial de uno natural, tanto por su aspecto como por su tacto, aunque este aspecto también dependerá de la calidad del césped artificial escogido, ya que existen algunos que no están muy logrados.
La instalación del césped artificial es rápida y cómoda, en unas pocas horas el usuario dispondrá de un jardín en perfectas condiciones, aunque siempre se recomienda que la instalación sea llevada a cabo por profesionales, evitando así cualquier tipo de problema que pudiera surgir en un futuro, derivado de una mala instalación.
Lo mejor de todo es que el mantenimiento del césped artificial es prácticamente nulo, nada de tener que regarlo constantemente, ni tener que comprar productos de abono, o similares (con el gasto económico que todo ello supone), sumado a que la tarea pesada de tener que cortarlo de forma periódica desaparece.
Por último, para aquellos que se preocupan del medio ambiente e intentan cuidarlo dentro de sus posibilidades, entre la enorme variedad de césped artificial, podrán encontrar modelos ecológicos que están elaborados con materiales reciclados.