Para poder gestionar de la mejor forma posible estas situaciones tan complicadas a nivel laboral y económico, existen una serie de mecanismos que merece la pena conocer y que pueden ser de gran utilidad para empresas y usuarios que se encuentren todavía en situación de crisis. Alternativas, que además son muy sencillas de aplicar, y que pueden suponer un antes y un después para muchas personas que sufren problemas laborales en nuestro país.
Cuando una persona se encuentra en paro y no tiene el volumen de cotización suficiente para poder acceder a la prestación por desempleo, hay otro tipo de ayudas a las que puede acceder y que pueden suponer una tabla de salvamento para su economía. Una de las ayudas para desempleados del SEPE más demandadas en la actualidad, es la que está enfocada en los desempleados que no han llegado a cotizar un año y cuya cuantía es del 80% del indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM).
Para poder acceder a esta ayuda es necesario cumplir con una serie de requisitos mínimos y aportar toda la documentación necesaria a través del servicio del SEPE. En función de si el usuario cuenta o no con cargas familiares, la prestación puede llegar a alargarse hasta un plazo de veintiún meses, por lo que se trata de una alternativa que puede ser de gran utilidad y que puede ser un apoyo importante mientras se encuentra otro trabajo o se buscan otras opciones laborales más adecuadas.
En el caso de las empresas que estén teniendo dificultades para recuperar su actividad tras la pandemia y que necesiten realizar determinados ajustes de personal, uno de los mecanismos más útiles y eficaces que tienen a su disposición es el de los ERTEs permanentes. Se trata de un instrumento diseñado para trabajar en la flexibilidad interna empresarial y que se diferencia de los ERTEs anteriores en algunos puntos básicos, por ejemplo, uno de los más importantes es que estas regulaciones favorecen las reducciones de jornada del 10% al 70%, en lugar de las suspensiones de contratos.
Además, también es esencial tener en cuenta, que se crea una prestación nueva para los trabajadores que no puede superar nunca los 1.271 € mensuales y que se calcula con el 70% de la base reguladora. Esta ayuda se puede compatibilizar sin problemas con otro contrato a tiempo parcial, lo que aumenta las posibilidades laborales del trabajador y supone un colchón económico importante para sortear su situación. Una ventaja muy importante para las empresas es también el hecho de poder acceder a créditos para formación.
Tanto si somos una empresa como un trabajador, que buscan hacer frente al paro y a la situación laboral tan complicada provocada por la pandemia, conocer estas alternativas puede ser de gran ayuda.