En EEUU tanto el Nasdaq Composite como el S&P 500 revirtieron parcialmente las ganancias del viernes con descensos de un 0,58% y un 0,37%, respectivamente. Por su parte, el Dow Jones se mantuvo sin cambios (0,0%).
En la renta variable de Asia-Pacífico también se observa hoy tono mixto. El Shanghai Composite chino continúa con su tendencia al alza de ayer subiendo un 0,67%, al mismo tiempo que el Sensex indio avanza un 0,33% y el Nikkei 225 japonés un 0,13%, mientras que el Kospi surcoreano se mantiene más estable (+0,05%). En Australia, el ASX 200 muestra un repunte más significativo de un 1,07%. En contraste, el Hang Seng de Hong Kong pierde un 0,87%.
En Europa, el mercado de futuros anticipa un inicio de sesión con ligeras subidas, excepto en el caso del IBEX 35 español que pierde un 0,09%. Los futuros de DAX 40 alemán y el CAC 40 francés repuntan un 0,12% y un 0,25%, respectivamente.
En renta fija se observa una reducción de la exposición de los inversores generalizada en los mercados de deuda soberana de las economías avanzadas. Entre las principales referencias a 10 años de la Eurozona destaca el repunte de la TIR del bono italiano a 10 años de 7,3 pb, mientras que suben 3,4 pb y 2,1 pb en el caso de España y Alemania. En la misma línea, el rendimiento del Treasury estadounidense a 1 años aumenta 4,0 pb a un 1,956%.
La cotización del oro se modera a 1.818 $ por onza (-0,16%) tras las subidas acumuladas en la última semana. Por su parte, el petróleo Brent retrocede a 92,5 $ por barril (-0,24%) ante los posibles avances en las conversaciones entre EEUU e Irán sobre el acuerdo nuclear. En el mercado de divisas, el dólar cae por debajo del umbral de 1,14 dólares por euro (-0,38%).
El índice de volatilidad VIX del S&P 500 continuó ayer moderándose, cayendo a 22,86 puntos (-1,55%).
Noticias relevantes desde el cierre de mercados
Telefónica Brasil (Última sesión: -1,23%; YTD: +1,89%)
La semana pasada el regulador de telecomunicaciones de Brasil, Anatel , aprobó la venta de las operaciones móviles de Oi a un consorcio formado por las otras tres grandes empresas de telecomunicaciones nacionales: TIM , Claro y Telefónica Brasil. Así, quedaría pendiente la autorización completa del regulador antimonopolio, denominado Consejo Administrativo de Defensa de Defensa Económica (CADE), que ya el pasado mes de noviembre recomendó que la transacción fuese aprobada con condiciones para los compradores, para mitigar los riesgos para la competencia.
Sin embargo, ayer la fiscalía de Brasil recomendó al CADE que bloquee la operación de venta de los activos de telefonía móvil de Oi, argumentando que violaría la competencia y facilitaría potenciales prácticas de exclusión. En este sentido, Telefónica Brasil ha destacado que la oferta fue realizada conjuntamente por las tres empresas de manera independiente, no en forma de consorcio, por lo que dará lugar a tres adquisiciones independientes y se mantendrá la competencia en el mercado de telefonía móvil.
En cualquier caso, la recomendación del CADE no es vinculante. De producirse finalmente la transacción, supondría la reducción del número de operadores móviles de red en el mercado brasileño de 4 a 3, en línea con otros países como EEUU, Alemania o China. El acuerdo aportaría al grupo español aproximadamente 10 millones de clientes por un importe acordado de en torno a 900 millones de €, de un total de 16.500 millones de reales brasileños acordado conjuntamente por las tres compañías.
Nvidia (Última sesión: +1,68%; YTD: -15,92%)
La compañía Nvidia podría abandonar su plan de adquirir la empresa Arm del Grupo SoftBank, cediendo a la oposición regulatoria y poniendo fin a lo que habría sido el acuerdo más grande de la industria de chips.
Ante la retirada del acuerdo, SoftBank podría estar planeando realizar una oferta pública inicial (OPI) de Arm a lo largo del próximo año fiscal que finaliza en marzo de 2023.
Nvidia había anunciado la adquisición en septiembre de 2020, con el objetivo de tomar el control total de la tecnología de chips, pero la transacción de 40.000 millones de $ enfrentó desde el principio la oposición tanto de los clientes de Arm como de los reguladores.