Además, el Ministerio de Interior señala que sólo se recuperan el 10% de todos los vehículos robados. En cuanto al perfil de los ladrones, el Ministerio revela que la gran mayoría de los robos son improvisados, 85%, y tan solo el 15% son planeados, a lo que se añade que el perfil de los ladrones, en su mayoría, son jóvenes que actúan en grupo y tienen entre 20 y 27 años.
“El aumento de robos de motos en nuestro país no tiene que ver con la delincuencia organizada. Más bien con la rentabilidad económica que le supone al ladrón revender las piezas del vehículo sustraído”, comentan los expertos de Trackting, expertos en sistemas de localización de vehículos. “A esto le sumamos la complejidad que supone para la policía hacer un seguimiento del vehículo una vez se ha despiezado” añaden.
Consejos para disminuir el riesgo de robo de motos
Teniendo en cuenta la situación actual, los propietarios están cada vez más preocupados por tomar todas las medidas posibles para evitar el robo de sus motos. Para facilitar la protección de los vehículos, los expertos en seguridad de Trackting ofrecen cinco consejos:
Parece una obviedad, pero las paradas rápidas que se hacen en el día a día pueden salir muy caras. Lo mejor es buscar un aparcamiento y llevarse siempre las llaves, ya que no se sabe quién puede andar al acecho.
Gracias a los avances de la tecnología, empresas como Tracking ofrecen localizadores antirrobo GPS prácticamente invisibles, que se instalan en el vehículo y permiten su localización en el caso que la moto desaparezca.
Está claro que una moto es un vehículo frágil, sobre todo si el grupo de ladrones tiene tiempo para maniobrar. Robar una moto es tan fácil como levantar el vehículo y meterlo en uno más grande como una furgoneta. Como se ha mencionado anteriormente, la mayoría de los ladrones van en grupo y roban sin planearlo, así que mejor intentar evitar sitios dudosos al aparcar.
Si la mayoría de los robos consisten en meter el vehículo en uno más grande para transportarlo a otro sitio, un factor clave es intentar dejar la moto lo más lejos posible de la carretera, donde sea difícil llegar con una furgoneta.
Aunque no sean sitios totalmente seguros, donde no se garantiza al 100% que la moto esté a salvo de los ladrones, los garajes ofrecen un extra de seguridad. Además, sumados a elementos como el GPS antirrobos, permite garantizar una seguridad mucho mayor.