Hasta la fecha la compañía ha logrado alrededor de cinco millones de euros de los cuales dos y medio provienen de fondos europeos como los conseguidos gracias al programa Horizon 2020 (ahora llamado Horizon Europe), que han ayudado al desarrollo de sus baterías biológicas aplicadas a entornos urbanos y agrícolas.
Con las patentes lanzadas hasta ahora por la compañía, una línea urbana ya en el mercado y una prometedora línea agrícola en desarrollo, la valoración de Bioo, a fecha de hoy, alcanza los 10,5 millones de euros. La start-up, fundada en 2015, es una de las más exitosas de nuestro país, siendo nombrada por el Parlamento Europeo como la empresa más innovadora de Europa en 2018. Además, su fundador y actual director General, Pablo Vidarte, es uno de los pocos españoles incluido en la exclusiva lista 30 Under 30 Europe de Forbes.
Bioo, centrada desde su origen en obtener electricidad de la naturaleza, ha patentado también los interruptores biológicos, una tecnología que permite utilizar las plantas como pulsadores que activan luz o sonido. Con ellos, las plantas son capaces de activar dispositivos gracias a los cambios de frecuencia que detectan al interactuar con ellas. Utilizando esta tecnología la compañía ha creado el primer piano vegetal, instalado en el Ibiza Botánico Biotecnológico que, en lugar de teclas usa plantas para activar sonido y luz.
La compañía lanzará en el mes de marzo su primer producto dirigido al consumidor y elaborado completamente en Europa: Bioolux, una lámpara pionera en su sector, que utiliza las plantas como interruptores biológicos. El producto, del que se hará una edición limitada, combina innovación, artesanía y sostenibilidad.