Conseguir abrir nuevos mercados para las tecnologías espaciales y aumentar el retorno de las inversiones en ellas es uno de los objetivos de la Agencia Espacial Europea (ESA). Para ello, recientemente ha abierto nuevas convocatorias destinadas a la transferencia de tecnologías espaciales a otros sectores. Una de ellas se ha materializado en el proyecto DALEM, en el que la multinacional tecnológica GMV colabora con la FIBHULP para mejorar el diagnóstico precoz del cáncer cutáneo.
Tal y como informa la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y su Fundación Piel Sana, «el examen y cribado cutáneo de cada persona por parte de los dermatólogos son medidas estratégicas para detectar el melanoma en una fase temprana y realizar un tratamiento eficaz para mejorar la supervivencia de pacientes afectados por este cáncer de piel».
Numerosos estudios muestran que la mejor manera de facilitar el diagnóstico precoz del melanoma y reducir la morbi-mortalidad por esta causa es la autoexploración. A pesar de que los especialistas prescriben controles periódicos y recomiendan la autoexploración, ésta se complica si el número de lesiones aumenta. Además la adherencia de los pacientes a la autoexploración aumentaría utilizando un dispositivo tan accesible, comoes el propio teléfono móvil.
Hoy en día, las cámaras de los teléfonos móviles tienen suficiente resolución y calidad como para registrar un mapa cutáneo a base de imágenes, en las que se puedan identificar y rastrear lesiones pigmentadas. El rastreo de lunares mediante el móvil permite a una persona sin conocimientos clínicos ni dispositivos especiales, localizar y registrar la evolución de cada lunar en su cuerpo a lo largo del tiempo, a partir de un historial de imágenes que el especialista puede revisar en el momento de un chequeo médico. De tal forma, un cribado adecuado como medida de prevención en personas especialmente susceptibles de desarrollar un melanoma, ayudaría al diagnóstico precoz disminuyendo su morbi-mortalidad.
Transferencia a la dermatología de la tecnología espacial de GMV
Los algoritmos de navegación espacial desarrollados por GMV, basados en la visión para el descenso y el aterrizaje preciso de los róveres espaciales, se aplicarán a la vigilancia de lesiones cutáneas pigmentadas a través del móvil. En el contexto espacial, las denominadas estrategias de navegación son capaces de coincidir con puntos de interés como cráteres u otras características orográficas de una imagen previamente adquirida. Esto permite el seguimiento de la ubicación y la determinación de los parámetros de velocidad y alineación con el punto de aterrizaje deseado.
De esta forma, la transferencia de la tecnología de navegación ala dermatología implica fundamentalmente cuatro beneficios inmediatos:
Como reconoce Carlos Illana, responsable de producto de Secure e-Solutions de GMV: «El Servicio de Radiología de Emergencia del hospital Universitario La Paz de Madrid tiene una gran experiencia en exploraciones guiadas basadas en imágenes, y ayudará a nuestro equipo de software e inteligencia artificial a lograr resultados clínicos relevantes. Esta nueva forma de interacción entre pacientes y dermatólogos mejorará el actual procedimiento de seguimiento, que solo se logra en consulta, y que a partir de ahora puede integrarse en la rutina diaria de los pacientes».
Los doctores especialistas en dermatología médico quirúrgica y venereología del Hospital Universitario La Paz que participan en el proyecto, Ander Paulo Mayor Ibarguren; Marta Feito Rodríguez; Fátima Albizuri Prado y Rosa Feltes Ochoa coinciden en que, como señala Feltes «El avance que esta tecnología podría representar sobre sistemas existentes para la toma y seguimiento de imágenes de lesiones puede ser muy significativo. Ninguna de las aplicaciones disponibles actualmente en el mercado proporciona medios para detectar nuevos lunares ni cambios en los existentes a lo largo del tiempo. Es necesario por tanto una forma segura y automática de discriminar si hay cambios o no en la piel antes de la próxima cita de seguimiento. Además, el registro de imágenes en diferentes momentos y con un nivel aceptable de robustez, puede ser muy útil en el seguimiento necesario antes del diagnóstico de patologías como el melanoma».