Internacional

La depreciación de la lira turca incrementa el riesgo de crédito empresarial

Miércoles 02 de marzo de 2022
Crédito y Caución prevé que el crecimiento del PIB turco en 2022 se ralentice hasta el 2,5%. id:81480

El PIB de Turquía registró en 2021 un fuerte repunte económico, del 10,3%, impulsado por los estímulos monetarios, crediticios y fiscales, que han incrementado el consumo privado (11,7%) y las inversiones (6,4%), y el fuerte crecimiento de las exportaciones (22,4%). Sin embargo, el último informe difundido por Crédito y Caución prevé que el crecimiento del PIB turco en 2022 se ralentice hasta el 2,5%. Con unas previsiones de inflación del 37% para 2022, la aseguradora de crédito prevé que el consumo privado se ralentice hasta el 3% y las inversiones registren una contracción del 2,5%. El crecimiento de las exportaciones seguirá siendo sólido, superior al 9%.

La fuerte depreciación de la lira ha incrementado la carga de las empresas con gran exposición a la deuda en moneda extranjera, que afrontan elevados tipos de interés y luchan contra el impacto de la debilidad de la lira. Esta caída de valor de la moneda local también aumenta el riesgo crediticio para las empresas que operan en sectores orientados a la importación. La elevada inflación y el menor consumo de los hogares afectará a los sectores de comercio minorista y electrodomésticos, que se prevé que se contraigan tras crecer a dos dígitos del año pasado. También se verá afectado por el entorno de negocio el sector servicios, cuya evolución será inferior al 1%. Aunque el sector bancario sigue siendo resistente por el momento, también es susceptible a la volatilidad de las divisas.

Las finanzas públicas siguen siendo sólidas. La respuesta fiscal directa a la pandemia ha sido modesta, en el entorno del 3,5% del PIB en 2020 y 2021, ya que los estímulos estuvieron impulsados principalmente por el crédito. No obstante, la fuerte depreciación del tipo de cambio ha provocado un deterioro de las finanzas públicas, ya que más del 50% de la deuda se emite en moneda extranjera. Crédito y Caución prevé que los déficits presupuestarios anuales superen el 3,5% del PIB en 2022 y en 2023, debido al ciclo electoral. Se prevé que la deuda pública se sitúe en el 39% del PIB en 2022, cifra aún baja en comparación con los estándares internacionales, y que disminuya ligeramente en los próximos años.

La necesidad bruta de financiación exterior sigue siendo grande, estimada en 217.000 millones de dólares en 2021, tres veces el tamaño de las reservas internacionales de Turquía. Las reservas de divisas se agotaron en 2020 y en el primer semestre de 2021 por el intento fallido del Banco Central de estabilizar el tipo de cambio de la lira. Sin embargo, los acuerdos de reservas obligatorias, la financiación del FMI y los acuerdos de intercambio de divisas permitieron al Banco Central mejorar de nuevo su posición de reservas exteriores.

La futura capacidad de ingresos de la economía turca sigue limitada por los desequilibrios macroeconómicos relacionados con el crecimiento del crédito, la elevada inflación y el gran déficit exterior. A ello se suman los problemas estructurales relacionados con su baja tasa de ahorro y las deficiencias de competitividad. Sin reformas estructurales que aumenten el ahorro, reduzcan la dependencia de las importaciones de energía y mejoren el clima de inversión, la tasa de crecimiento potencial de Turquía disminuirá al 3%-3,5% anual a largo plazo, una tasa insuficiente para absorber el aumento de la población en edad de trabajar de aproximadamente un millón de personas al año.

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