Entender los fondos cotizados (ETFs)
Un ETF se designa fondo cotizado porque se negocia en una bolsa de valores al igual que las acciones. El precio de las acciones de un ETF cambiará a lo largo del día de negociación a medida que las acciones se compren y vendan en el mercado. A diferencia de los fondos de inversión, que no se negocian en bolsa y que sólo lo hacen una vez al día tras el cierre de los mercados. Además, los ETFs suelen ser más rentables y más líquidos que los fondos de inversión.
Un ETF es un tipo de fondo que posee múltiples activos subyacentes, en lugar de uno solo como las acciones. Como hay múltiples activos dentro de un ETF, pueden ser una opción popular para la diversificación. Así, los ETFs pueden contener muchos tipos de inversiones como acciones, materias primas, bonos o una mezcla de tipos de inversión. Un ETF puede poseer cientos o miles de acciones de varios sectores o puede estar aislado en una industria o sector concreto. Algunos fondos se centran únicamente en ofertas de algunos países, mientras que otros tienen una perspectiva global. Por ejemplo, los ETFs centrados en el sector bancario contendrían acciones de varios bancos de todo el sector.
Conviene considerar los ETFS cuando los factores de rendimiento no están claros
A menudo, los valores de un determinado sector están sujetos a rendimientos dispersos. Sin embargo, los inversores no pueden seleccionar los valores que probablemente seguirán obteniendo mejores resultados. Por lo tanto, no pueden encontrar una forma de reducir el riesgo y mejorar sus rendimientos potenciales eligiendo uno o varios valores del sector.
Si los factores que impulsan el rendimiento de la empresa son más difíciles de entender, podría considerar el ETF. Es posible que estas empresas posean una tecnología o unos procesos complicados que hagan que su rendimiento sea menor o mayor. Tal vez el rendimiento dependa del éxito del desarrollo y la venta de una tecnología nueva y no probada. La dispersión de los rendimientos es amplia, y las probabilidades de encontrar un ganador pueden ser bastante bajas.
Los ETFs ofrecen ventajas sobre las acciones en dos situaciones: En primer lugar, cuando la rentabilidad de las acciones del sector tiene una dispersión estrecha en torno a la media, un ETF puede ser la mejor opción. En segundo lugar, si no puede obtener una ventaja mediante el conocimiento de la empresa, un ETF es su mejor opción.
Tanto si elige acciones como un ETF, debe mantenerse al día sobre el sector o las acciones para comprender los fundamentos de la inversión subyacente. Si bien es importante investigar para poder elegir una acción o un ETF, también es importante investigar y seleccionar el bróker que más le convenga.