Esta barrera, completamente anacrónica desde el punto de vista de los avances clínicos, se manifiesta en la fase de las revisiones médicas que deben superar los candidatos en estos procesos de selección. En este sentido, la reclamación del colectivo de personas con diabetes es que la aptitud de cada candidato con la patología se analice de forma individualizada, atendiendo al control y estado de su diabetes; y no simplemente al hecho de que la padezca.
Para poner de manifiesto esta realidad y acabar con esta discriminación injustificada, la Federación Española de Diabetes (FEDE) ha relanzado la campaña “Marca la X contra la discriminación laboral por diabetes”, cuyo objetivo es visibilizar esta situación de discriminación laboral que sufren esto pacientes. Además, se ha creado la Comisión de Discriminación Laboral, que realiza un seguimiento de este tipo de casos, para elevarlos al Ministerio de Política Territorial y Función Pública. Tal y como ha explicado José Manuel García, presidente de la Federación Gallega de Asociaciones de Personas con Diabetes (FEGADI) y coordinador de esta comisión, “nuestro trabajo consiste en ponernos en contacto con todos esos organismos que, o por desconocimiento de la ley, o porque no han actualizado sus cuadros de exclusión médicos; siguen discriminando a las personas con diabetes en el acceso a puestos de empleo público. Les informamos de que los avances en el tratamiento de la patología permiten que las personas con diabetes desarrollen cualquier trabajo”.
DIABETES Y MUJER
Asimismo, esta discriminación afecta, por partida doble, a las mujeres que sufren diabetes. Si el acceso a este tipo de puestos, fuertemente masculinizados, ya es complicado para una mujer, el hecho de sufrir esta patología, puede suponer una dificultad añadida para las candidatas.
Igualmente, los expertos coindicen en que la desigualdad de género provoca que las mujeres continúen sufriendo las peores consecuencias de la diabetes, que, según datos de la Sociedad Española de Diabetes (SED), es la cuarta causa de muerte femenina en España. Las dificultades para conciliar la vida laboral y la familiar derivan en unos peores niveles de adherencia al tratamiento entre las mujeres con diabetes, respecto a los hombres con la misma patología.