Motor

Renault Arkana E-TECH R.S. Line

Primer SUV coupé de la marca francesa

Mariano García Viana | Jueves 10 de marzo de 2022
Situado por tamaño a medio camino entre el ya popular Kadjar y el Koleos, el Arkana muestra unas líneas traseras, con el techo muy inclinado, que le confieren una línea más deportiva, sin perder por ello una marcada sensación de compacidad. id:81778

En un mercado español en el que el 50% de las ventas son de SUV y de ellas casi la mitad corresponden a los modelos del segmento C, en el que milita el recién estrenado Arkana, que además también se convierte en primicia con carrocería coupé dentro de la marca Renault. El Arkana, al contrario de lo que cabría esperar, no utiliza la misma plataforma que el Kadjar, por su similitud de tamaño, sino que emplea la nueva modular CMF-B de la Alianza, que también emplean los nuevos Clío y Captur.

Fabricado en Corea del Sur, el Arkana tiene unas formas muy personales, pero que rápidamente se identifican con Renault, sobre todo por su inconfundible frontal presidido por el rombo de la marca. Éste situado en el centro de la calandra típica de la marca, de pequeño tamaño y como un labio inferior caído, se prolonga en sus extremos superiores hasta los estrechos faros de tecnología led. La luz de día también tiene una firma lumínica propia de Renault, estando formada por un ángulo que discurre por la parte de arriba del faro y le “abraza” por la derecha, por su parte inferior pero separada unos centímetros, quedando libre la zona izquierda del faro. El paragolpes propiamente dicho, dispone de dos entradas de aire laterales y una grande bajo la matrícula, estando las tres reticuladas con rombos tipo alambrada. El redondeado capó tiene unos resaltes que lo recorren y que tienden a converger hacia el logo de la marca, pero sin llegar a él. Como decimos un morro muy “Renault” pero no por ello deja de ser atractivo y moderno.

Lateralmente lo primero que llama la atención, además de la inclinación de la luneta y del techo a partir de aproximadamente la mitad de la puerta trasera, es que parece que el coche esta “subido” de atrás y de hecho la altura con respecto a suelo se hace más patente a partir de la mencionada puerta trasera, en la distancia de la rueda al guardabarros y no digamos del voladizo posterior. Aún así la silueta esta conseguida y marca claramente su estilo de SUV coupé. A esa buena vista lateral contribuyen, las elaboradas llantas de 18 pulgadas, las sinuosas formas que recorren las puertas de su mitad hacia abajo, los pasos de rueda que, aunque no muy abultados, están señalados por un reborde y protegidos por una franja de plástico que se prolonga por la parte baja de ambos paragolpes. Aunque es un SUV, acertadamente se ha prescindido de las típicas barras que recorren el techo, para así darle más sentido a su forma de coupé. La inclinada luneta termina en un alerón que marca, a partir de él, el panel trasero casi vertical, pero eso sí, muy elaborado con distintas formas que le recorren horizontalmente. Bajo el alerón se sitúan los grupos ópticos horizontales de led naturalmente, unidos por una franja lumínica con la firma ya vista en los Megane y Talisman, que identifican de noche claramente que el coche que nos precede es un Renault.

El interior del Arkana, sin ser especialmente amplio, resulta cómodo para los pasajeros, sobre todo los delanteros que disfrutan de unos excelentes asientos, de piel y ante, que sujetan muy bien el cuerpo. En cuanto a los traseros, desde luego la configuración del asiento esta claramente orientado a que los disfruten dos por su configuración, que irían también muy bien sujetos y mientras no se tengan unas piernas muy largas, con suficiente espacio para ellos. Otra cosa es el posible pasajero central que quedaría como “de prestado” a pesar de tener su cinturón y su reposacabezas, al no disponer de sujeción lateral ninguna y además incomodado por la dureza de esa zona, más propia para acoger el escamoteable reposabrazos central y por el túnel central. De todas formas, disponen de salida de aire del climatizador, que solo pueden abrir o cerrar para regularlo desde ahí y de dos enchufes USB. A pesar de que ya esta zona tiene el techo inclinado para dar la forma de coupé, no agobia ni molesta para nada.

Volviendo a la zona delantera, digamos que ante el conductor se ofrece un salpicadero, muy bien terminado, de líneas horizontales y más bien minimalistas, con una zona superior acolchada y la frontal en imitación a carbono, que luce dos líneas para “animarla”, una superior de color rojo y otra inferior, de color aluminio satinado. Bajo ésta, ya se despliega en plástico duro la tapa de la generosa guantera en el lado del acompañante y la que oculta cables, fusibles, etc. Es de destacar, que en esta versión R.S. Line, las costuras o líneas rojas, se ven por asientos, cinturones, volante, guarnecido puertas, etc. También una línea luminosa, cuyo color puede variar, recorre el salpicadero en su parte media baja y las puertas delanteras. La postura para el conductor es fácil de adaptarla a cualquier anatomía, pues el volante es regulable y los asientos disponen de accionamiento eléctrico, además de calefacción, como el volante también. El cuadro es en realidad una pantalla de 10,2 pulgadas, que el conductor puede configurar según su criterio.

En el centro del salpicadero, de forma sobresaliente e iniciando la consola central, se sitúa verticalmente la pantalla táctil multifunción de 9,3 pulgadas, que ofrece un manejo intuitivo y nada complicado una vez cumplido un corto período de aprendizaje. Bajo ella encontramos una hilera de teclas (8), para activar distintas funciones como la calefacción de los asientos, los intermitentes de emergencia, la circulación en modo eléctrico, etc. Otras cuatro teclas similares, en el lado izquierdo del conductor activan el sistema de centrado en el carril, la calefacción del volante, la altura de los faros y la luminosidad del cuadro. Más abajo de la hilera de teclas centrales, se sitúan las tres ruedas con las que se maneja el climatizador, sistema que aunque menos sofisticado que hacerlo desde la pantalla táctil después de buscarlo, como otros coches, es mucho más útil y requiere menos atención su manejo mientras conducimos y lo mismo podemos decir del manejo de las teclas, mucho más útil. Siguiendo el descenso por la consola, encontramos las tomas USB y la bandeja para cargar el móvil de forma inalámbrica. La corta palanca de cambios de la caja automática de 4 velocidades, de piel y aluminio en esta versión, dispone de R, N, y D y B para reducir, estando la P situada en una tecla más atrás de dicha palanca.

Varios huecos para dejar objetos se reparten por el interior, siendo los de mayor capacidad el de la guantera y el del reposabrazos situado entre los asientos delanteros. El maletero tiene una capacidad de 480 litros, que se pueden considerar correctos y esperables en este tipo de carrocería coupé, pero que además se pueden ampliar hasta los 1.263 litros, si se abate el respaldo trasero. Ya que hablamos del maletero digamos que su borde de carga queda un tanto alto y que su piso carece de argollas para sujetar posibles bultos sueltos. En general, un habitáculo acogedor en el que cualquier conductor o pasajero se sentirá cómodo y “bien atendido”.

Para que esto sea así, también hay que contar con el buen equipamiento con el que se cuenta en esta versión R.S. Line, que además de disponer de algunos (Hay más) de los detalles descritos, en los que a decoración o confort se refiere, hay otra serie de elementos de ayuda a la conducción o de seguridad no menos importantes, por no decir más. Entre ellos cabe destacar el programador de velocidad activo, con función de frenado y arranque automáticos, sistema de reconocimiento de peatones y ciclistas con frenada de emergencia, alerta por presencia de vehículos en el ángulo muerto de los retrovisores exteriores, asistente de mantenimiento en el carril, alerta de tráfico cruzado trasero, mantenimiento de la distancia con el coche que nos precede en autopista, combinado con el mantenimiento centrado en el carril, visión del contorno de la carrocería, sistema de aparcamiento semiautomático, etc. Sin contar con que el sistema multimedia tiene conexión 4G e internet.

En cuanto a la cuestión motriz digamos que el Arkana cuenta en esta versión E-TECH híbrida autorrecargable, con un motor de gasolina, todo de aluminio, de 1.598 c.c., que desarrolla una potencia de 94 CV y un par de 148 Nm. Este motor esta complementado por uno eléctrico que, situado junto a él transversalmente, proporciona una potencia de 49 CV y un par de 205 Nm. Contando con los dos rendimientos, la potencia disponible, siempre que haya carga en la batería, es de 145 CV. El Arkana E-TECH cuenta también con un segundo motor eléctrico de 20 CV y 50 Nm que, si bien no contribuye a mover el coche, sí genera suficiente energía para suministrarla a los distintos elementos del coche, a la propia batería para así alargar la cantidad de electricidad almacenada, así como para mejorar el arranque del motor después de un Stop & Star.

Por su parte la batería, de iones de litio y situada en la parte trasera, bajo el maletero, tiene una capacidad de 1,2 kWh, que en teoría permite circular en modo eléctrico hasta 75 km., pero que en la realidad y circulando en modo eficiente se queda en algo más de la mitad de esa cifra. La batería se recarga durante la desaceleración y el frenado, y cuando el motor funciona en un régimen más bien reposado, puede recargarse a través de éste utilizando la energía térmica sobrante que no se requiere para el funcionamiento del vehículo. Naturalmente este funcionamiento eléctrico, siempre que haya batería suficiente, es el más utilizado en los desplazamientos por ciudad, pues en carretera si queremos dar un poco de ritmo a coche el motor de combustión tiene que funcionar e incluso si la situación lo requiere con la ayuda del motor eléctrico, situación esta en la que se dispone de los 145 CV. Otra cosa es que la batería esté ya con poca carga, situación en la que solo el motor de combustión empuja, con lo cual se pierden prestaciones, pues en este caso son 94 CV los disponibles.

Ya que hemos mencionado las prestaciones, digamos que la velocidad máxima es de 172 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h de 10,8 segundos. No son prestaciones especialmente brillantes, pero sí las suficientes para mover el Arkana con cierta soltura, además, que es importante al precio que se esta poniendo el combustible, con unos consumos siempre contenidos, gracias a la eficaz “colaboración” entre el motor de gasolina y el eléctrico, por lo que se consigue un consumo medio de apenas 5 litros, circulando por carretera y ciudad, pues si el movimiento es en ciudad, en el cual el motor eléctrico esta más tiempo funcionando el consumo de combustible puede rebajarse hasta en un 40%. Acompañando a la planta motriz, encontramos una caja de cambios automática de 4 velocidades equipada con “crabots”, sin embrague, ni conexión mecánica, que proporciona una envidiable suavidad en su utilización. Según comunica la marca, esta arquitectura de asociación entre los motores eléctricos y la caja con “crabots” es fruto de la experiencia de Renault en la Fórmula 1.

Continuando con la suavidad, podemos señalar también en ese sentido, la marcha del Arkana, el silencio, sólo roto por los ruidos aerodinámico al circular por carretera o por el zumbido de aviso a peatones a baja velocidad, domina el habitáculo, lo que beneficia el escuchar cualquier conversación entre los ocupantes sin tener que levantar la voz o la música del buen equipo de sonido con el que el Arkana esta equipado. Las suspensiones, con McPherson delante, con su correspondiente barra estabilizadora y con rueda tirada y elemento torsional en el eje trasero, aseguran un comportamiento que no crea el más mínimo problema y transmite una gran seguridad, así como un nivel de confort muy elevado. Los frenos están a la altura del coche, deteniéndole sin apenas esfuerzo, aunque se circule deprisa y sin emplear la posición B de reducción en la palanca del cambio.


Noticias relacionadas