La compañía, que se encuentra en pleno proceso de transformación, tiene como finalidad mejorar las viviendas para dar un valor diferencial a su inversión. Además, Restate Brothers acelera su crecimiento con la incorporación de sus tres últimas adquisiciones, situadas en Poble Sec, Sant Gervasi y El Guinardó. Con estas tres fincas, la empresa suma un total de 5.000m2 a su portfolio.
Para el ejercicio en curso, además, la compañía familiar también tiene previsto mantener su inversión y superar los 10 millones de euros destinados a la compra de activos en Barcelona y su Área Metropolitana. Por ello, la compañía se encuentra en búsqueda de activos inmobiliarios con precios de entre 500.000€ y 2.000.000€ por finca.
Alex Picas de la Rosa, co-fundador de Restate Brothers junto a su hermano Pedro, y CEO de la compañía, asegura que “los planes y objetivos de Restate Brothers se están cumpliendo según lo previsto. Estamos muy contentos de poder seguir con todos los proyectos que teníamos sobre la mesa y materializarlos. Actualmente, estamos negociando la compra de dos fincas y prevemos poder incorporar 5 activos más antes de finalizar el año.”
Desde su creación, la compañía ha invertido más de 20 millones de euros en las más de 15 fincas ubicadas en la ciudad de Barcelona, Hospitalet de Llobregat, el Masnou, Sabadell y otras localizaciones de la provincia catalana.
Situación del mercado inmobiliario en Barcelona
El precio de la vivienda está experimentado un ligero, aunque continuado ascenso en los últimos meses, y la previsión para el actual ejercicio es que siga con la misma tendencia. A esta evolución contribuyen diferentes factores, entre los que destacan la escasez de activos en el mercado, un continuo aumento de la demanda a raíz del surgimiento de la pandemia, así como por la creciente presión inflacionista por la que atraviesa la ciudad, el país y el continente.
En este sentido, Alex Picas de la Rosa señala que “se percibe un cierto aumento de la actividad en el mercado inmobiliario en Barcelona. Esta tendencia ya no solo se percibe por a la voluntad postpandémica de cambiar de escenario, sino que también por la inflación, que se sitúa en niveles que no se habían visto desde hace muchísimos años. Los activos inmobiliarios se están consolidando como un valor refugio ante la pérdida de valor de los ahorros, hecho que contribuye a que exista una gran liquidez inversora en el mercado”.
Sin embargo, no todo son síntomas positivos. “Desde las instituciones públicas locales y autonómicas se están poniendo trabas a la dinamización económica de la ciudad. Un claro ejemplo es la ley catalana de control de alquileres, que no solo disminuye notablemente el interés inversor por el mercado local, sino que también muestra una elevada presión fiscal autonómica, además de la gran cantidad y aumento de nuevos impuestos con los que se presiona a empresas y ciudadanía, y que, consecuentemente, lastra nuestra competitividad”, asegura el CEO de Restate Brothers, Alejandro Picas de la Rosa.