En estos momentos, ningún fabricante del sector opera con normalidad, viéndose las plantas obligadas a reducir o incluso detener la producción por la falta de abastecimiento de materias primas o la incapacidad de hacer llegar los productos a los clientes.
La caída de la producción no solo daña a las empresas sino que está empezando ya a perjudicar a los trabajadores, y afecta a toda la cadena de producción del sector, a los proveedores y a los clientes que transforman el acero en productos finales. Los paros en el transporte están dañando muy seriamente a todo el sector productivo industrial.
UNESID hace una llamada a los convocantes de la huelga para que reconsideren su actuación. Un grupo concreto no puede causar un daño tan grave a la economía española, independientemente de sus razones. También UNESID apela al Gobierno de España y solicita que actúe poniendo en marcha de forma inmediata medidas que resuelvan los problemas de fondo del sector y que garanticen nuevamente la libre circulación y actividad.