El foco en los mercados sigue puesto en la guerra, y su afección en los precios de las materias primas y por ende en la inflación. Joe Biden dijo ayer que Rusia debería ser expulsada del G-20 en la reunión en Europa entre líderes mundiales para discutir nuevas sanciones y ayuda humanitaria en respuesta a la invasión de Rusia. Hoy se conocerán las conclusiones cuando finalicen las reuniones. En EEUU, el S&P 500 subió un 1,43%, el Dow Jones un 1,02% y el Nasdaq Composite un 1,93%. Los inversores estarán pendientes ahora de la acogida de las acciones que vuelven a cotizar en la bolsa de Rusia.
La renta variable de Asia-Pacífico registra variaciones moderadas. Se mantienen en positivo el Shanghai Composite chino (1,17%), el ASX 200 australiano (+0,26%), el Nikkei 225 japonés (+0,14%) y el Kospi surcoreano (0,01%), frente a las caídas del Sensex indio (-0,46%) y el Hang Seng de Hong Kong (-2,51%).
Tras registrar ayer una nueva jornada a la baja, hoy se prevé un inicio de sesión moderadamente alcista en Europa. Los futuros de los principales índices de la Eurozona avanzan en torno a un 0,2% y el del Reino Unido retrocede 0,1% antes de la apertura bursátil.
En renta fija, en los mercados de deuda soberana de Europa y EEUU predominan las compras, haciendo descender las TIRes. Entre las principales referencias a 10 años de la Eurozona, los rendimientos de los bonos de Alemania, Francia, España e Italia descienden en torno a 1 pb. En EEUU, la rentabilidad del Treasury a 10 años supera levemente la caída de 1 pb hasta un 2,36% tras caer ayer otro punto básico y continuando con la disminución de rentabilidad del miércoles.
El precio del oro se mantiene en torno a 1.955 $ por onza (-0,1%), contrarrestando la mínima subida de ayer de 0,1%, en un momento en el que sirve de activo de refugio en las sesiones más volátiles. Por su parte, el petróleo Brent continúa con la corrección de ayer de -2,11%, descendiendo su cotización en el inicio de la sesión a 119 $ por barril (-0,10%). Del mismo modo, en el mercado de divisas, el euro continúa con la tendencia de ayer y se aprecia un 0,2% frente al dólar, hasta 1,103.
El índice de volatilidad VIX del S&P 500 bajó a 21,7 puntos ayer, y continúa su tendencia a la baja desde el día 15.
Los presidentes de EEUU, Joe Biden, y de la UE, Ursula von der Layen, anunciaron ayer en una nota conjunta que han llegado a un acuerdo para que EEUU aumente sus exportaciones de gas natural licuado a Europa, permitiendo así limitar las importaciones de gas ruso a la UE. El acuerdo proveerá una plataforma política que sirva de base a acuerdos comerciales para el envío de gas a los países europeos. La UE aspira a sustituir este año dos tercios de sus importaciones de gas ruso que en 2021 alcanzaron los 155 millones de metros cúbicos. Las importaciones adicionales, sin embargo, tardarán tiempo en estar operativas, limitadas por la actual capacidad de regasificación y el número de terminales e interconectores.
A medio plazo EEUU buscará vías para aumentar su producción, y la UE para reducir su consumo de energía. La nueva estrategia energética europea, anunciada recientemente por la Comisión, aspira a reducir las importaciones de gas ruso en 105 millones de metros cúbicos. De ellos la mitad se sustituirán por importaciones de GNL y el resto por otras vías como la aceleración de la transición energética hacia fuentes de energía renovables.
La inflación en Tokio registró en marzo su mayor subida en dos años ante la presión de los precios de la energía. El índice de precios de la capital japonesa, excluyendo los alimentos frescos, se incrementó un 0,8% en tasa interanual por la subida del precio de la electricidad y del gas natural, Las previsiones apuntaban a una subida de un 0,7%. El dato de inflación en Tokio se considera un indicador adelantado de la evolución de los precios en el conjunto del país. Pese a esta aceleración, la inflación en Japón se mantiene lejos del objetivo del 2% del Banco de Japón, por lo que no es probable que implique cambios en su política monetaria. En este sentido, la política acomodaticia del BoJ en contraste con las subidas de tipos de los principales bancos centrales del mundo, ha favorecido una significativa depreciación del yen en las últimas semanas. Así, el cruce dólar/yen se ha situado por encima de 120 yenes por dólar, cerca de su nivel mínimo (para el yen) de los últimos 20 años. En todo caso, el Gobernador del Banco de Japón ha insistido en que la política monetaria dependerá de la evolución de la inflación y no del nivel del yen.