Observando la volatilidad implícita en el EURUSD (o los diferenciales de los bonos del Tesoro de Francia, los OAT, frente a países similares), los mercados no contemplan las elecciones francesas como un evento clave, al contrario de lo que ocurrió en 2017.
Excluyendo la probable reacción instantánea de los mercados financieros, las implicaciones a más largo plazo son más difíciles de evaluar. Marine Le Pen ya no quiere que Francia abandone la eurozona, por lo que el riesgo de ruptura de esta parece ser bajo. No obstante, haría más incierto el desarrollo económico dentro de la eurozona. Habrá que volver a discutir las políticas de inmigración, se cuestionarán las políticas fiscales, cambiarán las relaciones diplomáticas, etc. A primera vista, no parece ser positivo para el crecimiento potencial europeo en el futuro.
Hemos ajustado nuestras carteras en vista de las elecciones reduciendo nuestra exposición a la deuda pública francesa, aumentando nuestra exposición a Alemania y vendiendo euros frente a dólares.