Flexibilidad
El futuro siempre será imprevisible y la mejor manera de contrarrestar la imprevisibilidad es planificar la flexibilidad.
En los últimos dos años, las personas y las organizaciones se han dado cuenta de que muchos de sus trabajos pueden hacerse igual de bien fuera de la oficina. Y muchos empresarios y empleados parecen preferirlo. El 86 % de los trabajadores españoles dicen preferir la flexibilidad laboral y que siguen siendo igual o más productivos trabajando en formato híbrido.
Para asegurarse de que los empleados están comprometidos y dan lo mejor de sí mismos, hay que tomarse el tiempo necesario para hablar con cada uno de ellos sobre cómo creen que pueden dar lo mejor de sí mismos y crear un horario híbrido flexible que les funcione. Encontrar el equilibrio es trabajo de todos.
Confianza
La sociedad funciona con confianza. Y los lugares de trabajo también.
Para asegurarse de que el trabajo híbrido funciona para la organización y sus empleados, es indispensable establecer una base sólida de confianza. Esto empieza por confiar en que los directivos velan por el bienestar de sus empleados y confiar también en que los empleados hacen su trabajo.
Durante mucho tiempo, se pensó que trabajar desde casa eran solo unas vacaciones con algunos correos electrónicos a los que había que prestar atención de vez en cuando. Y algunos sitios de trabajo en España todavía no pueden superar esta actitud, a pesar de que mucha gente ha demostrado que puede hacer su trabajo tan bien, sino mejor, mientras está tranquilamente sentado en su casa con la bata puesta.
La cuestión es que el exceso de vigilancia puede acabar siendo perjudicial y crear resentimiento entre los empleados.
La confianza y el respeto mutuos siempre da los mejores resultados. Es cierto que no hay ningún truco real para generar confianza, únicamente que se recupera la confianza que se da, pero no podemos dejar que esto nos convierta en unos escépticos y cínicos, lo cual solo empeora las relaciones.
Comunicación
Ningún entorno de trabajo híbrido funcionará si la gente no habla. Para asegurarse de que el entorno de trabajo híbrido prospera, es esencial pensar primero en los espacios virtuales.
Hasta ahora, la totalidad del trabajo diario se había diseñado para la oficina. Cuando se construye una estructura de trabajo híbrido, hay que trabajar desde fuera hacia dentro. Por ello, hay que intentar programar una formación sobre cómo colaborar más eficazmente en un entorno virtual. De este modo, los empleados trabajarán al final desde el mismo lugar, aunque en realidad estén en otro sitio.
Hay que tener en cuenta que, si se va a pedir a la gente que vuelva a la oficina, hay que darles una razón convincente.
El tráfico es horrible, todos lo sabemos. Así que hay que asegurarse de que el viaje a la oficina merezca la pena para los empleados, o mirarán a los directivos convocándoles a la oficina de la misma manera que miran una reunión que podría haber sido solo un correo electrónico, es decir, una pérdida de tiempo.
Para crear un retorno estable a la oficina, hay que desarrollar una propuesta de valor en el sitio de trabajo que represente todas las razones por las que la oficina hace que merezca la pena soportar el tráfico.
Todo empieza por arriba
Sí se puede establecer una gran base de flexibilidad, confianza y comunicación con la plantilla para un trabajo híbrido, se producirán equipos que prosperen en el trabajo, independientemente desde donde lleven a cabo ese trabajo. Lo importante son los resultados, no desde donde se consiguen.