Desde su punto de vista, “no hay que buscar explicaciones políticas a la bajada del euro-dólar en las últimas semanas, dado que la Reserva Federal ha sido muy agresiva a la hora de anunciar subidas de tipos al mercado. Ello demostraría que la autoridad monetaria de los Estados Unidos está toralmente volcada a la hora de retener las presiones inflacionistas, mientras que el BCE va a la zaga”. Enrique Díaz-Álvarez cree que sigue habiendo una división de opiniones muy fuerte entre los miembros de países del sur de Europa, como Francia, Italia y España, partidarios impedir la posibilidad de una recesión como consecuencia de la Guerra de Ucrania, y los tradicionales, como Alemania, Holanda y Finlandia, que empiezan a mostrar su gran preocupación por las tensiones inflacionistas en la Eurozona y las continuas sorpresas en el alza de la inflación.
Enrique Díaz-Álvarez se muestra confiado en que, en las próximas dos semanas, se produzca un rebote en la cotización del euro, a medida que se clarifique la situación en Francia y los miembros del BCE que muestran cada vez más su preocupación por la inflación obtengan una cierta mayoría en el Consejo.