Soluciones revolucionarias
Durante los últimos tiempos la tecnología ha avanzado a pasos agigantados. La implementación del 5G, una nueva generación de comunicación inalámbrica que revoluciona las redes de telefonía móvil, quizá sea una de las mayores innovaciones.
El sector sanitario puede ser uno de los ámbitos más beneficiados del 5G, en especial por su inmediatez. Gracias a ello, un cirujano podrá seguir operaciones a miles de kilómetros de distancia e impartir las oportunas instrucciones sin necesidad de estas presencialmente en el quirófano.
Otra de las grandes revoluciones ha sido la realidad virtual. Esta tecnología se usó sobre todo para formar a profesionales sanitarios en habilidades de asistencia en las unidades de cuidados intensivos durante la pandemia. Es una tecnología que permite explorar una UCI, acceder a las explicaciones sobre el material y tomar decisiones clínicas.
El avance de la telemedicina, además, ha supuesto también un gran soporte para reducir la presión hospitalaria vivida durante los meses pandémicos.
“Esta experiencia puede ser clave para solucionar alguno de los problemas más importantes del sistema sanitario, como son las listas de espera”, afirma Carlos Sevillano, director comercial de ASHO. En esta misma línea, Isabel Sarabia, directora de metodología y documentación de BS3 en Higia Benchmarking, va más allá y asegura que la telemedicina “debe ser una experiencia que persista de cara al futuro”.
Planes de financiación estatales
En lo que respecta a inversión en el sector, el Gobierno de España cuenta con una Estrategia de Salud Digital, dotada con más de 700 millones de euros, que contribuirá al mantenimiento de un buen nivel de salud de la población española y a fortalecer el sistema sanitario público mediante la capacidad transformadora de las tecnologías digitales dirigidas a personas, profesionales de la salud, organizaciones proveedoras de servicios sanitarios y al resto de ámbitos relacionados.
Además, a través del PERTE de Salud de Vanguardia, España destinará más de 982 millones de euros al desarrollo e incorporación de productos, procedimientos innovadores y soluciones digitales que permitirán afrontar los nuevos retos sanitarios.
Esta es una transformación digital que debe ser armónica y coordinada, donde los fondos Next Generation y el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia jugarán un papel fundamental.